Festival de San Sebastián
Alberto Rodríguez: «En la Transición había una especie de alegría y de libertad que no se ha vuelto a repetir en este país»
El director inaugura la Sección oficial del Festival de San Sebastián con 'Modelo 77', un thriller carcelario cargado de tensión que viaja a los tiempos donde la democracia llegaba a España
'Modelo 77' o la Transición vista desde el interior de una cárcel, por Oti R. Marchante

Jura y perjura el cineasta Alberto Rodríguez (Sevilla, 1971) que, incluso cuando enseña algo de lo que ha rodado a su madre en la tranquilidad del salón de casa, se tiene que salir de lo nervioso que se pone. «Los estrenos se me dan fatal», apostilla el director sobre el que recae la responsabilidad de inaugurar este viernes el Festival de San Sebastián. Su nueva película, 'Modelo 77', abre la competición con una proyección que le lleva quitando el sueño desde hace más de un mes, cuando algunos periodistas pudieron verla en Madrid y él, desde casa, no se despegó del teléfono para que le contaran sus informadores las reacciones de la prensa. Después del primer pase, y mientras en su hotel charlaba con Javier Gutiérrez, el coprotagonista, ya respiraba más tranquilo: el pase terminó con una ovación portentosa.
No es para menos. 'Modelo 77' es pura potencia, un drama en la famosa cárcel de Barcelona que se inspira en la «Fuga de los 45», una rocambolesca historia que los vecinos más veteranos de la capital catalana todavía recuerdan. Una cinta con la que ... Alberto Rodríguez regresa a los años de la Transición para contar desde dentro de la prisión lo que en realidad pasaba fuera.
-Parece que se ha especializado en viajar al pasado reciente de España, ¿se siente casi un director de época?
-Me da la sensación de que todo ha sido producto del azar. No soy cronista de ese tiempo ni tengo definido lo que voy a hacer. Es más: este verano he tenido vacaciones después de años sin ellas y lo próximo que he pensado no tiene nada que ver con esto. De hecho, estoy deseando salir del bucle temporal en el que me he metido. (risas)
-¿Qué les atrae [su guionista, Rafael Cobos, es corresponsable de sus filmes] de esa época?
-Supongo que me parece atractiva porque la Transición era una época en la que había una parte maniatada, porque el pacto se hacía entre los militares que habían estado 40 años en el poder y una gente que trataba de traer una democracia, y eso es algo muy complejo; pero sí había una esperanza, una especie de alegría y de libertad que no se ha vuelto a repetir en este país. Quizá duró hasta los años ochenta y lentamente se convirtió en otra cosa. Me parecía interesante recuperar esa euforia, o la sensación de que todo es revisable, y que aunque esto fuera un pacto establecido en un momento, igual es tiempo de que le demos una vuelta.
-Reivindica la alegría de la Transición pero dice que todo es revisable…
-Sí, porque los países tienen que estar vivos, igual que las películas. Los países tienen que evolucionar, no vale ahora lo mismo que valía hace cincuenta años.
-En el cine anglosajón no dudan en mirar atrás. Aquí es casi una excepción, salvo la Guerra Civil…
-A por qué pasa eso no tengo respuesta, sé que tenemos muchos siglos de historia y sería interesante conocerla mejor. Pero hacer cine de época es caro. Y si te vas a la época de 'La peste' (serie que también creó él), es más caro todavía.
-Mencionó la palabra libertad… Cada vez más creadores la mencionan porque…
-Quizá es importante que empecemos a defender a los creadores como una especie en extinción si esto sigue así. Poco a poco los nombres se van borrando de los carteles… Estamos en un gran año de cine español, y esto hará que los autores de este año al menos se vean reivindicados.
-Los anuncios ahora dicen: una película de esta plataforma u otra, no una película del director de turno…
-Eso pasa… Pero si te digo la verdad, me da la sensación de que lo importante es que la película se haga.
-Volvamos a 'Modelo 77', ¿hay, entre otras muchas referencias, también algo de cine quinqui?
-Al final se terminan encontrando, es imposible que no se encuentren, es la misma época. Quizá falta la entrada de la droga, pero se apunta al final de la película porque da para una serie esa explosión de la delincuencia juvenil que vino derivada de la heroína.
-¿Y las influencias?
-Cuando se acercan los rodajes estoy dos meses sin ver nada que tenga que ver con el tema porque soy muy permeable, y son momentos en los que buscas soluciones y cualquier cosa que veas es un camino que ha recorrido alguien, así que procuro no ver nada. En este caso las películas estaban vistas. En cierto modo, y de lejos y con humildad, pensaba en la puesta en escena de 'La evasión', en su simplicidad es un espectáculo. Hay un homenaje explícito en la película, que es el cepillo de dientes con el espejo o cuando cavan. Siempre digo que soy mejor espectador que director, y es verdad. 'Un condenado a muerte se ha escapado', 'Alcatraz', 'Papillon'.. Y muchas novelas que leímos: 'El conde de Monte Cristo', y muchos escritos por presos. O el de 'Algunos motivos personales', de Pierre Clémenti, que era un actor de Buñuel que se parecía a Belmondo. Estuvo detenido en Roma en los 70 en una cárcel que se parecía una barbaridad a la que contamos.
Un rodaje muy simbólico
Una historia construida en 17 años
Rafael Cobos y Alberto Rodríguez son una pareja de director y guionista prolífica como pocas en la historia reciente del cine español (ahí están también Rodrigo Sorogoyen e Isabel Peña, por ejemplo). Suyos son algunos de los thrillers más impactantes de los últimos años, como 'Grupo 7', 'La isla mínima' o 'El hombre de las mil caras', pero antes de todos ellos, este 'Modelo 77' que ve hoy al fin la luz fue el primero que concibieron. Un proyecto que comenzaron a levantar en 2005, cuando se enteraron de la historia de la fuga de los 45 presos de la cárcel Modelo de Barcelona. «Nos parecía una historia rocambolesca, ¿qué hacen 45 tíos, cada uno de su padre y de su madre, un grupo muy variopinto, saliendo de las alcantarillas en mitad de Barcelona en plena Transición…? Nos parecía muy extraño», recuerda el director, que desde ese momento comenzó a documentarse y a leer sobre las prisiones de la época. «Llegamos a la conclusión de que la historia más interesante era la de Copel, un sindicato de presos autodenominados sociales que se formó dentro de las prisiones reclamando un cierto derecho a empezar de cero en el país nuevo que se estaba fundando», recuerda.
En este tiempo no han parado de hablar con presos, con gente involucrada en la fuga tanto de dentro como de fuera, y de echar un verano como «ratas de biblioteca» navegando por hemerotecas. Aunque, dice, no se sentían ni investigadores ni periodistas durante las docenas de entrevistas que realizaron. «Es más curiosidad, o afición al periodismo, porque las entrevistas las preparábamos pensando en una ficción».

Otro impedimento para sacar adelante este proyecto madurado durante tanto tiempo fue la imposibilidad de rodar en una cárcel abierta. Por suerte, la Modelo cerró en 2017 y pudieron entrar más de dos meses a rodar: «Tiene algo de especial porque no deja de ser una cárcel que estuvo abierta durante 117 años, buena parte de la historia de Barcelona y de España está ahí dentro, hasta la muerte de Salvador Puig Antich, entre otros».
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