Adiós supremo
En la muerte de Torcuato Luca de Tena el 15 de abril de 1929, Azorín escribió una emocionada despedida a quien fue su director y amigo
![Don Torcuato Luca de Tena, en las rotativas de la calle Serrano, en una imagen de 1928](https://s1.abcstatics.com/abc/www/multimedia/cultura/2023/06/07/torcuato1-RyXDxmLY0KP41Gn9K4Yd0wI-1200x840@abc.jpg)
La emoción—íntima, profunda—no me deja coordinar las ideas; haré un esfuerzo. Llevo veinticuatro años en el periódico; me acogió el querido director, en 1905, con afectuosa cordialidad. He realizado en esta casa las más variadas tareas periodísticas. A raíz de entrar en ABC, marché a París y a Londres, siguiendo al Rey en su primer viaje al extranjero.
La figura de D. Torcuato Luca de Tena la tengo en el fondo del espíritu y será para mí indeleble. Le veo, ante todo, en aquellos primeros años del periódico. Se lanzaba el amado director a una empresa terrible: la de renovar la Prensa en España. Contaba con su perseverancia y con su energía. En la redacción, por las noches, entraba de pronto; siempre con su sonrisa de bondad y de optimismo. Nos levantábamos todos; le rodeábamos, y él iba preguntándonos sobre nuestras tareas, indicándonos a grandes rasgos sus planes, animándonos a la lucha.
Lucha, sí, fueron, los primeros tiempos de ABC; no se tiene idea ahora, viendo su prosperidad, del trabajo enorme, de los esfuerzos titánicos, de las terribles amarguras que el desenvolvimiento del periódico ha representado para D. Torcuato Luca de Tena. Pero ni en los momentos más críticos, más desesperados, vimos a nuestro director abatido, pesimista. Siempre, ante nosotros, por las noches, con su sonrisa bondadosa, platicando como un cordial camarada. Y un apretón de manos, y otra vez, nosotros, sobre las cuartillas.
El periódico iba marchando; se sobreponía a las pasiones políticas, a las rivalidades, a las intrigas. Poco a poco se le veía por las mañanas en mayor número de manos; su difusión aumentaba. Luca de Tena traía a la Prensa española una innovación que los tiempos reclamaban; en Blanco y Negro se había ensayado el fotograbado; faltaba aplicarlo a la Prensa diaria.
Y eso que ahora parece corriente, ha sido para el periodismo tan trascendental como la utilización del telégrafo: se hacía ahora periodismo con la imagen; la imagen atraía todas las miradas; si a principios de siglo se había revolucionado: la Prensa con el simple grabado en madera, al presente, con rapidez, con vertiginosidad, se informaba a una inmensa masa de lectores con la imagen cotidiana.
En la rapidez de la información gráfica, en la pulcritud de la impresión, en el orden riguroso de las materias, ponía Luca de Tena su empeño de periodista. Su periódico, inspirado en todas estas normas, era un periódico completamente moderno. No era esto, sin embargo, todo; esto era para Luca de Tena lo accesorio, lo externo. Lo principal, para él, consistía en infundir en su periódico un intenso, profundo, perseverante amor a España.
Incansablemente, con ardor, con pasión, Luca de Tena ha amado a España. Y al escribir ahora el nombre de España, junto al del queridísimo director, he de detenerme un momento; la emoción me paraliza. Vuelvo a ver este hombre—junto al cual he trabajado tanto—en una terraza, frente al mar, en un día plácido de verano. Su sonrisa no le abandona. Sonrisa de hombre afable que tiene, para todos una palabra halagadora.
![Imagen - El artículo de Azorín titulado 'Adiós supremo' se publicó el 16 de abril de 1929](https://s3.abcstatics.com/abc/www/multimedia/cultura/2023/06/07/abc-madrid-19290416-6-U01747771732Bao-758x1000@abc.jpg)
En uno de los dedos—en aquellos primeros años—llevaba un anillo de acero con un brillante: muchas veces, pensando yo en el querido, director, he visto que aquella presea era el símbolo de su vida, de su temperamento, de sus luchas obstinadas. Acero y diamante: fortaleza y sinceridad. No se dirá nunca que Luca de Tena ha cejado en el combate, ni se podrá decir tampoco que no ha tratado con lealtad al adversario. Acero y claro diamante. Esa es toda su historia.
Ha amado fervientemente a nuestra España: ha luchado por ella; ha implantado procedimientos que han transformado la Prensa; el periodismo español debe su modernidad a Luca de Tena. iQué emoción más profunda, al escribir este adiós supremo al director, al amigo y al patriota! ¡Adiós, adiós, querido director!
![Los reporteros políticos de los diarios madrileños, copiando la nota oficial en el salón de la revista Blanco y Negro y ABC. Azorín, de pie el primero por la izquierda.](https://s2.abcstatics.com/abc/www/multimedia/cultura/2023/06/07/redaccionabc-U80613268807WAn-624x350@abc.jpg)
La imagen del hombre bueno, leal y generoso estará siempre —siempre con su sonrisa afable—en el fondo de mi espíritu. La vida de las personas a quienes hemos profesado sincero afecto es parte de nuestra vida. Al morir esos seres queridos, se llevan, con su muerte, una porción de nuestro propio ser.
¡Adiós, querido director! ¡Una tristeza profunda me embarga, y pongo la mirada—la mirada del espíritu- en la insondable eternidad, donde la paz es inalterable y donde a los seres amados acompaña por siempre nuestro recuerdo!
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