Kurt Vonnegut, el ser de luz que causó un inmenso dolor a su familia
Filmin estrena un trabajado documental sobre el novelista estadounidense dirigido por Robert B. Weide, el director de ‘El show de Larry David’, en el mes en el que se cumplen 15 años desde su fallecimiento
![Kurt Vonnegut, el gran novelista estadounidense](https://s2.abcstatics.com/media/cultura/2022/04/26/kurt-vonnegut-kw9E--1248x698@abc.jpg)
Como Luis Rubiales ‘Rubi’, Kurt Vonnegut solo intentó hacer de este mundo un lugar mejor. El que fuera ídolo de la juventud inconformista estadounidense vivió el mortal arrase de Dresde (Alemania) en la Segunda Guerra Mundial por la aviación aliada. Entonces no era escritor, ... era niño. Y prisionero de guerra, de paso. Menudos juegos les preparamos a los chavales, solía denunciar, negando a la vez que las 4.000 toneladas de bombas y aquel infierno de fuego con decenas de miles de muertos le influyeran. Su hija dice trauma, papá. Luego, en 1969, publicó ‘ Matadero cinco ’, una sátira antibelicista de ciencia ficción y misiles de humor negro que fue un éxito inmediato y le cambió la vida. ‘Es lo que hay’, reza el irónico leit motiv del libro y que se convirtió en lema de los opositores a la guerra de Vietnam. Entonces, tenía 47 años y llevaba 20 en calidad de frustrado novelista. Ahora un documental en Filmin, ‘ Kurt Vonnegut: A través del tiempo ’, cuenta la vida de este oráculo humanista que intentó impulsar la decencia en una sociedad indecente, con el potencial de chasco íntimo que puedes provocar cuando nadas en tan loable dirección.
El cineasta Robert B. Weide (1959) tenía ‘veintinada’ de años cuando envió una carta al ya reconocido novelista para pedirle rodar una película sobre él. La primera sorpresa fue que contestara. La segunda, que le pareciera guay. Convendría recordar que este, de mayor, dirigió ‘ Curb Your Enthusiasm ’ (‘El show de Larry David’ en España) y que ahora tiene tres Emmys. Pero entonces no era nadie, y se hicieron muy muy amigos. El documental tardó en ver la luz, por razones diversas y dispersas, cuatro pedazo de décadas. Imaginen el valiosísimo material reunido: los dos hombres acabaron diciéndose ‘te quiero’. «Nos reíamos mucho, porque no tenía la mochila que tiene una relación familiar. Solo éramos amigos. Cuando nos reuníamos siempre había ligereza, risas, muchas bromas y chistes malos», nos dice Weide, en un apunte a la familia muy relevante.
Vonnegut, que murió en abril hace justo 15 años, llegó a ser nombrado presidente honorario de la Asociación Humanista Estadounidense, era un faro moral, un escritor muy imaginativo y con altas capacidades para hacer reír. Pero hay peros, la familia de Dios es agnóstica a veces. Hay que explicar que no tenía ninguna pretensión de ser un gran literato y empezó trabajando como publicista en General Electric por su hermano mayor, el eminente científico Bernie Vonnegut . Aunque la conexión intensa era con su hermana, que falleció tras un cáncer terminal solo dos días después de que su marido tuviera un accidente de coche mortal dejando así huérfanos a sus cuatro hijos. ¡Qué bello es vivir! Kurt los adoptó. En el documental vemos al cuarteto en un mismo sofá, ya de adultos, comentar la extraordinaria jugada: «No me imagino a nadie haciendo algo así».
Dolor y gloria (y divorcio)
Antes de esto, el empedernido fumador de Pall Mall nacido en Indianápolis se había trasladado con su esposa Jane y tres hijos propios a un pequeño pueblo pesquero para encontrar la tranquilidad de la creación y a ver si había suerte ficcionando, pues le habían pagado ya por algún relato. Allí, el acendrado humanista no hacía ni el huevo en las tareas domésticas y tenía malísimo genio cuando escribía (17 años seguidos). Aunque, si se levantaba con el pie derecho, era el mejor. Pero lo importante: la gran valedora de su talento durante este largo tiempo fue Jane. «Creo que Kurt era una persona muy moral y ética. Mucha gente señala la secuencia en la que, finalmente, alcanza la fama, la notoriedad y el éxito y luego deja a su esposa de muchos años y se va con una mujer mucho más joven. Eso fue una desgracia muy dolorosa para su esposa. Estoy seguro de que también fue doloroso para él, de muchas maneras. Y doloroso para sus hijos. Es la vieja historia, algo muy humano, pasa todo el tiempo», apunta Weide, que solía bromear con el caso similar de Arthur Miller : «Yo imaginaba que su esposa le decía tras dejarle: “Después de todo lo que hemos pasado, ¿qué crees que vas a terminar con Marilyn Monroe ”». El cineasta no le juzga. Otra de sus hijas opina que «ojalá, en lugar de caer en el viejo cliché, hubiera hecho algo original como Stephen King . Y se hubiera quedado con su propia esposa».
«El más sabio y divertido de este planeta»
Desde finales de los 60, Vonnegut se convirtió en un tótem para los jóvenes alternativos escribiendo bestsellers como ‘ Desayuno de campeones ’ (56 semanas en la lista de los más vendidos del ‘The New York Times’) o incluso en la vejez con ‘Un hombre sin patria’. Y sigue vendiendo, su cuenta fantasma de Twitter tiene más de 200.000 seguidores y en España, por el centenario de su nacimiento este año (1922-2007), ha sido la gran apuesta editorial de Blackie Books («Nuestro mayor fichaje, la persona más sabia y divertida que ha pisado este planeta»). Dicho lo cual, en su día también recibió palos de la crítica. En concreto, por su estilo accesible. De repente la sencillez de su prosa fue motivo de vergüenza. El escritor resumía: « Mis libros son bromas sobre temas serios como la muerte, las enfermedades, guerras y esa clase de asuntos».
En su segunda vida, Vonnegut con casi 50 años se instaló en Nueva York para vivir la gloria literaria, y cuenta Weide que se paraba siempre a charlar un buen rato con los admiradores que le interceptaban. «Con la guerra de Vientam en marcha, muchos jóvenes estaban en contra y era una especie de hippie que realmente les atraía, tanto a los estudiantes de secundaria como universitarios. La gente se identificaba con él. Y a lo largo de todo su trabajo encontramos ese mensaje de humanismo y cómo debemos tratarnos unos a otros y cómo no debemos tratarnos unos a otros. Por supuesto, habla sobre las injusticias sociales y la contaminación y el envenenamiento de nuestra tierra».
Y, además, fue un ejemplo de resistencia en su despegue literario. Así, por fin, su encomienda voló por las calles, universidades e institutos: «Hay una carta que su esposa escribió a un editor, cuando él aún intentaba vender historias cortas. Era el año 47, y ella le dice que él tiene una misión en la vida y es hacer del mundo un lugar mejor . Eso subyace en todas sus obras, ese ángulo humanista. Mi primer libro suyo fue ‘Desayuno de campeones’, que es un libro muy divertido. Conecté con su humor de primeras, pero no era solo divertido. Hablaba de temas graves con un toque cómico. Hay una emotividad que lo atraviesa que es muy conmovedora».
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![Kurt Vonnegut, el ser de luz que causó un inmenso dolor a su familia](https://s2.abcstatics.com/media/cultura/2022/04/26/8a6e554c-e118-41d6-90bd-ea717c775f39_16-9-aspect-ratio_default_0-kDSG-U50592134640RVB-510x250@abc.jpg)
'Mi vida como meme', dirigida por Robert B. Weide
Los títulos de crédito de ‘El Show de Larry David’ se han convertido en un meme masivo en internet que ha desbordado al propio protagonista, Robert B. Weide. La función en la serie es enfatizar el momento cómico final, y su uso en la red suele ser la mofa. «Es interesante y divertido. Y raro ser famoso por algo, por así decirlo, que no tiene nada que ver conmigo», explica Weide. De hecho, nos cuenta que su mujer compró unas camisetas con el meme y, finalmente, incluso las está vendiendo en su propia web. «Esto es lo más loco que está sucediendo ahora». Para hacerse una idea, si vas a Google y escribes ‘directed by’, en el predictor lo primero que sale es su nombre. «Hay directores realmente famosos y talentosos como Hitchcock, François Truffaut, Bergman... y sus nombres no aparecen. El mío es lo primero que sale. Es una locura. A la gente le encantan estas cosas».
Vinculadísimo al mundo de la comedia, y realizador también de un documental sobre el humorista Lenny Bruce o Woody Allen, le preguntamos a Weide también sobre el tortazo de Will Smith a Chris Rock. «Pensé que una broma de carril, esta es mi propia estúpida opinión. Will Smith estuvo fuera de lugar y ningún artista en el escenario merece ser atacado por un miembro de la audiencia. La broma no era buena, pero no abusamos físicamente de los comediantes cuando hacen una broma que no es graciosa».
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