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El PPCV impulsa la precampaña del 24-M tras la designación de candidatos
La ratificación de Fabra y los alcaldables en las capitales reactiva la maquinaria electoral paralizada y la confección de listas
El fin de la incertidumbre respecto a la designación de candidatos marca ya un nuevo periodo en el PPCV. La ratificación por parte de la dirección nacional de las candidaturas de Alberto Fabra y Rita Barberá a la presidencia de la Generalitat y al Ayuntamiento de Valencia respectivamente supone la reactivación de la maquinaria electoral del partido. Ahora comienza el trabajo de confección de las listas municipales y el diseño de la campaña y del programa, cuestiones hasta el momento paralizadas a la espera de la luz verde de Génova.
El intenso calendario de trabajo comenzará la próxima semana, aunque ayer ambos candidatos se dejaron ver públicamente –como también los alcaldables en Alicante, Asunción Sánchez Zaplana; y Castellón, Alfonso Bataller–, evidenciando su alegría por la designación. Alberto Fabra inauguró la ampliación de la red de Metrovalencia a Riba-roja de Túria y aprovechó para saludar y conversar con varios de los usuarios. Mientras, Rita Barberá compareció ante los medios en el Ayuntamiento para transmitir su «agradecimiento a la confianza» depositada en ella por parte del PP.
Entre las tareas del jefe del Consell está la de contener las fracturas internas, aunque la alcaldesa de Valencia quiso también lanzar un mensaje de «unidad en defensa de la mejor candidatura que tenemos».
Los populares tienen por delante un complicado reto durante los dos meses y medio que restan para la elecciones del 24 de mayo: recuperar la confianza de su votante tradicional y arrastrar a los indecisos pese a su castigada imagen por la gestión de la crisis y los casos de corrupción. La estrategia, sobre la cual los dirigentes del PPCV se muestran optimistas pese al varapalo de las europeas, pasa por alcanzar el escaño 43 para continuar en el Gobierno con apoyos. Los votos tendrían que situarse para ello en el 37 por ciento, y las encuestas internas apuntan al 35 por ciento actualmente. Para ello necesitarían también el concurso de Ciudadanos, que debería obtener entre siete u ocho diputados y abstenerse en el debate de investidura.
En el caso del Ayuntamiento, las encuestas propias apuntan a que rozarían la mayoría absoluta. Pese a todo lo que se intente prever, el escenario es el más incierto de los últimos veinte años.