Más de mil afiliados, simpatizantes y dirigentes del PPCV se reunieron ayer en la localidad castellonense de Alquerías para iniciar un curso político con la proa puesta hacia las elecciones autonómicas y locales del 31 de mayo próximo en un acto que sirvió para arropar a su presidente, Alberto Fabra.

No faltó nadie de los dirigentes de Valencia y Castellón (Rita Barberá, Alfonso Rus, Javier Moliner y Alfonso Bataller) pero no sucedió así con los de Alicante. La alcaldesa de Alicante, Sonia Castedo, estaba a esa misma hora pronunciando un pregón de fiestas; la presidenta de la Diputación alicantina, Luisa Pastor, se encontraba fuera de España de viaje y el presidente provincial, José Císcar, tuvo que atender un compromiso familiar.

Fabra realizó dos anuncios importantes durante su intervención. El primero fue su compromiso de que el PPCV «no gobernará en ningún municipio si no es la fuerza más votada» y emplazó a la izquierda «que se ha radicalizado, a hacer lo mismo».

Esta decisión se toma en plena campaña para que la elección de alcaldes sea directa y se evite que partidos con bajos porcentajes condicionen la gobernabilidad o incluso gobiernen.

El segundo anunció fue que la coordinadora general, Isabel Bonig, será la encargada de planificar y coordinar la campaña que desembocará en las elecciones autonómicas y locales de mayo de 2015.

Fabra se mostró «más fuerte que nunca para seguir como presidente del PPCV y de todos los valencianos» y en esta tarea se vio arropado por Moliner quien aseguró que el partido «se dejará la piel para que sigas siendo el presidente», así como por el eurodiputado Esteban González Pons quien le aseguró a Fabra que «ahora te toca a ti y todos te vamos a apoyar».

Fabra animó a todos a trabajar «duro y con la cabeza alta» para defender a la Comunidad y que la recuperación económica «no se paralice en manos de la izquierda».