«Preso inadaptado». Esa es la nueva clasificación de José Bretón como reo. A primerísima hora de la mañana de ayer fue trasladado de la cárcel de Alcolea (Córdoba) a la de Alicante II (Villena), una de las de máxima seguridad de España y donde se le aplicará el régimen cerrado, como a cualquiera de los terroristas (de ETA y autores de la matanza del 11-M, entre otros) que allí cumplen condena.

Instituciones Penitenciarias ha tornado el «plácido» estatus de Bretón, condenado a 40 años de prisión por el doble asesinato de sus hijos Ruth y José el 8 de octubre de 2011, en un severo aislamiento por su actitud contra las normas de conviviencia del centro de Córdoba (acumula polémicos incidentes con los presos de confianza) y la naturaleza del delito cometido y su repercusión, como contempla la Ley General Penitenciaria.

De su vida entre algodones en el módulo de ingreso de la prisión cordobesa, bajo el régimen antisuicidios, a sólo cuatro horas al día de vida en común con el resto de internos de Villena. A 500 kilómetros de sus familiares y justo cuando se iban a cumplir dos años de prisión preventiva, que ha sido ampliada a 20 años por la Audiencia Provincial de Córdoba en ausencia de una sentencia firme. La defensa de Bretón ha recurrido ante el Tribunal Superior de Jusitica de Andalucía el auto condenatorio del pasado 22 de julio.