Thomas Hertog, mano derecha de Stephen Hawking: «No había nada antes del Big Bang, ni siquiera el tiempo»
El cosmólogo belga fue durante dos décadas un estrecho colaborador de Stephen Hawking, con quien elaboró una nueva teoría para entender por qué nuestro universo es propicio para la vida. La explica en su nuevo libro, 'Sobre el origen del tiempo'
Estaban tan compenetrados que en los peores momentos de la enfermedad de Hawking, Hertog acababa las frases por él: se entendían con una simple mirada
Publicada la última teoría de Stephen Hawking: no vivimos en un Universo infinito
![El cosmólogo Thomas Hertog, este jueves en Madrid](https://s1.abcstatics.com/abc/www/multimedia/ciencia/2024/02/22/thomas-hertog-RhS0eU8OOv1SXJALQbtTLWO-1200x840@diario_abc.jpg)
Cuando el joven y brillante cosmólogo Thomas Hertog (Lovaina, 1975) atravesó la puerta verde oliva del despacho del físico de fama mundial Stephen Hawking en la Universidad de Cambridge a mediados de junio de 1998, su vida cambió de una manera fascinante. Hawking le ... pidió que trabajara con él para desarrollar «una nueva teoría cuántica del Big Bang». El proyecto doctoral se transformó en una intensa colaboración a lo largo de unos 20 años que sólo terminó con el fallecimiento del británico en 2018. «Éramos como un matrimonio, pero solo en la cosmología», admite el físico belga, que ahora trabaja en la Universidad de Lovaina. A pesar de las evidentes dificultades de Hawking en sus últimos años para comunicarse, escribieron juntos su artículo póstumo, que negaba su idea de los 80 de un multiverso infinito y apostaba por uno finito y más simple. Además, intentaron averiguar por qué nuestro universo tiene unas condiciones propicias para la vida. Sus respuestas han sido recogidas por Hertog en el libro 'Sobre el origen del tiempo: la teoría final de Stephen Hawking' (Debate). Lo que ambos hicieron, como decía el salvapantallas del genio, era «llegar a donde Star Trek no se atreve a ir». Hertog ofreció el miércoles una conferencia en CosmoCaixa (Barcelona).
―¿Cómo era ser la mano derecha de un genio?
―Algo realmente muy intenso, incluso agobiante, siete días a la semana, 24 horas al día. Porque Hawking no distinguía entre su vida profesional y su vida privada. Pero fue una grandísima aventura, porque sentíamos que de verdad estábamos descubriendo un nuevo paradigma sobre el universo. Además, Hawking era un disfrutón. Tenía una grandísima alegría de vivir, así que resultaba divertidísimo. No separaba el trabajo de la fiesta. Las cosas acababan mezclándose y yendo de una a la otra.
―Al final, Hawking, afectado de Esclerosis Lateral Amiotrófica (ELA), ya no podía presionar el dispositivo para comunicarse. ¿Cómo hablaban?
―Yo le lanzaba preguntas y él me contestaba con expresiones faciales para indicar determinadas palabras: sí, no, tal vez, estoy de acuerdo, no lo estoy... cosas así. Entonces podía acabar las frases por él. A Stephen y a mí también nos sorprendía que funcionara tan bien, pero llevábamos muchos años trabajando juntos y teníamos un lenguaje común, Fue maravilloso descubrir que podíamos continuar nuestra investigación.
―Hawking cambió de opinión sobre el origen del universo, lo que implicó rechazar la hipótesis de su superventas mundial. ¿Qué supuso para él?
―No tuvo ningún problema en admitirlo. Eso atestigua su genialidad. Era un explorador, le impulsaba la pasión por el conocimiento. Pero no fue fácil, tardó muchísimos años en llegar a esa conclusión. Su teoría de los 80 era brillante. Era el primer modelo de la creación del universo. El problema es que de ahí salía un universo sin estrellas, sin galaxias, sin vida. Así que estaba equivocado y empezó a pensar en lo que le faltaba. Y eso fue lo que le llevó hasta nuestra nueva teoría.
![Thomas Hertog y Stephen Hawking](https://s2.abcstatics.com/abc/www/multimedia/ciencia/2024/02/22/hawking-hertog-U73410456066tly-760x427@diario_abc.jpg)
―¿Hay un único universo o son varios?
―Ninguna de las dos ideas es correcta. En la hipótesis que desarrollamos hay muchos universos posibles, pero si existen de verdad o no, es algo que no podemos saber. Yo no les asocio ninguna realidad tangible. Esa es la distinción.
―¿Hubo un tiempo antes del universo o surgió con él?
―El Big Bang es el origen del tiempo. Si vamos hacia atrás en el tiempo, aprenderemos que las distintas fuerzas de la física, los tipos de partículas, los elementos... se disuelven, se simplifican y se unifican. Y que en última instancia, antes del Big Bang, la misma noción del tiempo se desintegra, se evapora. Por eso, hemos descubierto algo que realmente no tiene causa.
―¿Antes no había nada?
―Nada, nada de verdad. Sí, es algo irritante, raro, va contra toda intuición posible porque siempre pensamos en términos de relaciones causales, una cosa sale de otra.
Las leyes de la física no son inmutables, cambiaron al inicio del universo y pueden volver a hacerlo
―¿Las leyes de la física pueden cambiar o son inmutables?
―Cambiaron, pero sólo en la primera fracción de segundo, cuando el universo se enfrió miles de millones de grados. Luego se cristalizaron, se congelaron y ya no se han alterado desde entonces hasta donde nosotros sabemos. La base de nuestra hipótesis es que incluso esas leyes son resultado de una evolución primordial, igual que las leyes de la biología. Por eso el título del libro se inspira en 'El origen de las especies', de Darwin.
―¿Y pueden cambiar en el futuro?
―Sí. Si a nivel fundamental no son inmutables, no debemos presuponer que van a ser eternas. Nuestro universo es finito. Lo fue en el pasado y probablemente lo sea en el futuro. Pero estamos hablando de una escala temporal muy, muy larga.―Creo que no hay que pensar en un universo definitivo que sigue acelerándose para siempre.
No hay ningún diseño matemático que haya propiciado la aparición de la vida
―¿La vida en el universo es fruto del azar o de un diseño?
―Por qué nuestro universo es propicio para la vida fue la gran pregunta de Hawking durante años, porque es algo extraño. Sólo es posible gracias a unas leyes de la física muy particulares: unas partículas concretas, tres dimensiones espaciales, etc. La respuesta que Albert Einstein, Hawking y muchos otros habían dado era un diseño matemático, una verdad trascendental y eterna. Pero es una respuesta rarísima, algo así no se ha encontrado nunca. Así que Hawking empezó a cuestionarse. Nuestra colaboración fue el intento de hacer entrar la vida en las ecuaciones de la física. Y el resultado es que no hay un diseño matemático. No son muchos universos con muchas propiedades distintas, sino una explicación darwiniana. La suerte, el azar, el resultado de un nivel más profundo de la evolución. Las cosas podrían haber salido de una manera distinta.
Las ondas gravitacionales ayudarán a reescribir la historia del cosmos. Nos van a sorprender
―¿El gigantesco Colisionador Circular que se prevé construir en sustitución del LHC nos dirá en qué consisten la materia y la energía oscuras?
―La mayor parte de la materia en el universo es la que llamamos materia oscura, partículas distintas a los protones, quarks y electrones de la materia ordinaria, que se gobiernan también por otras fuerzas. Esas partículas están en el espacio, no existen en la Tierra. Es muy difícil fabricarlas en aceleradores de partículas. Son demasiado pesadas. No está muy claro si lograremos generarlas en la Tierra para identificar sus propiedades.
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―¿Cuál será la herramienta fundamental para entender los orígenes del universo?
―La observación de las ondas gravitacionales. Son muy débiles, han viajado durante 13.000 millones de años hasta la Tierra, pero creo que esa será la auténtica revolución. Durante las próximas décadas nos ayudarán a reescribir la historia del universo. Nos van a sorprender.
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