'Algo' fuera del Sistema Solar enfrió la Tierra hace dos millones de años
Un nuevo estudio sugiere que las glaciaciones sufridas por el planeta en el pasado podrían haber sido causadas por nuestro movimiento a través de la galaxia
El cambio climático alarga la duración de los días en la Tierra «a un ritmo sin precedentes»
![En su trayectoria alrededor de la galaxia, el Sol y sus planetas atraviesan repetidamente el plano galáctico](https://s3.abcstatics.com/abc/www/multimedia/ciencia/2024/09/04/main-qimg-b3dc33c4fe8ccab15dc0f23f640a340a-Rl1tnjr9LOVEWgfMdNVeuON-1200x840@diario_abc.jpg)
Con la misma precisión de las ruedas de un mecanismo de relojería, la Luna orbita alrededor de la Tierra, la Tierra alrededor del Sol y el Sol, con todos sus planetas a cuestas, alrededor del centro de la Vía Láctea una vez cada 230 millones ... de años. Sin embargo, este último movimiento no se produce en línea recta y siempre dentro del plano galáctico (el enorme disco de estrellas en forma de espiral que hay alrededor del centro de la Vía Láctea), sino de una forma ondulante, de modo que el Sol y su séquito planetario entran y salen regularmente del plano de la galaxia a medida que avanzan, atravesándolo periódicamente más o menos cada 35 millones de años.
Muchos astrónomos creen que este movimiento en forma de hélice, atravesando el plano galáctico una y otra vez, podría estar detrás de muchos episodios de extinción masiva, que se producen a intervalos sospechosamente similares. Y ahora, un equipo de físicos de la Universidad de Harvard, entre ellos el célebre Avi Loeb (conocido por sus controvertidas ideas sobre el origen artificial del objeto interestelar Oumuamua y de IM1 e IM2, dos meteoritos metálicos caídos en la Tierra en 2014), acaba de sugerir en 'Nature Astronomy' que este movimiento de nuestra estrella durante su periplo galáctico nos lleva periódicamente a atravesar regiones del espacio que podrían afectar profundamente al clima de nuestro planeta. O dicho de otra forma, las glaciaciones sufridas por la Tierra en el pasado podrían haber sido causadas por nuestro movimiento a través de la galaxia.
¿Pero qué tipo de entorno sería capaz de enfriar tan drásticamente el clima del planeta cada vez que lo cruzamos? Según el estudio, se trataría de una nube interestelar, pero lo suficientemente densa como para interferir con el viento solar, el flujo continuo de partículas procedentes del Sol, que dejarían así de calentar el planeta.
El viento solar 'sopla' a través de todo el Sistema Solar, y llega a una distancia tres veces mayor que la de Plutón antes de ser anulado por el medio interestelar. Es decir, que el Sol forma una burbuja gigante a su alrededor, conocida como heliosfera y que protege a todos los planetas de las agresiones, en forma de radiación cósmica, procedentes del medio interestelar.
Nubes heladas
Actualmente, el Sistema Solar avanza por el espacio a través de una 'burbuja local' o 'nube interestelar local' (LIC, Local Interstellar Cloud) de 1.000 años luz de ancho y que es mucho menos densa que el espacio interestelar típico, con 0,001 partículas por centímetro cúbico en comparación con los 0,1 átomos por centímetro cúbico que son lo habitual. Los astrónomos calculan que saldremos de esta región del espacio en los próximos miles de años, momento en el que volveremos a encontrarnos en el medio interestelar 'normal'.
Pero al revisar la trayectoria que sigue nuestro sistema, y compararla con los mapas existentes de nubes moleculares muy frías (la llamada 'cinta local de nubes frías'), los autores del estudio descubrieron que, muy probablemente, en el pasado ya hemos atravesado esas regiones más densas. Y se centraron en la nube que atravesamos hace unos dos millones de años.
«En el medio interestelar que ha atravesado el Sol durante los últimos millones de años -escriben los investigadores-, hay nubes frías y compactas que podrían haber afectado drásticamente a la heliosfera. Exploramos aquí un escenario en el que el Sistema Solar atravesó una fría nube de gas hace dos millones de años».
Consecuencias para el clima
Según el estudio, al hacerlo la heliosfera se contrajo, permitiendo que parte del material de la nube densa y fría llegara hasta la Tierra, lo que a su vez tuvo un efecto directo sobre el clima.
«Grandes cantidades de hidrógeno neutro como resultado de un encuentro con nubes frías -reza el artículo- y con densidades superiores a 1.000 cm elevado a la -3, alterarán la química de la atmósfera terrestre. Muy pocos trabajos han investigado cuantitativamente los efectos climáticos de tales encuentros. Pero algunos argumentan que densidades tan altas agotarían el ozono en la atmósfera media (entre 50 y 100 km) y eventualmente enfriarían la Tierra».
Por otra parte, el equipo argumenta que la evidencia geológica de mayores cantidades de los isótopos de hierro 60 y plutonio 244 encontrados en núcleos de hielo, océanos, nieve antártica y muestras de la Luna, podría ser evidencia de que estas partículas llegaron a la Tierra mientras atravesábamos una zona de la cinta local de nubes frías conocida como 'el Lince Local de Nube Fría' hace alrededor de dos millones de años.
Estos isótopos se crean durante las explosiones de supernovas y fusiones de estrellas de neutrones, y luego quedan atrapados por el polvo interestelar. Anteriormente se pensaba que llegaron hasta aquí a causa de una supernova cercana, pero los autores del actual estudio creen que podrían explicarse mejor por partículas atrapadas en la nube, ya que una supernova solo lograría contraer la heliosfera si se produjera a una Unidad Astronómica (150 millones de km, la distancia entre la Tierra y el Sol), mientras que una supernova más lejana no depositaría suficientes isótopos de hierro 60 en la Tierra.
«Este estudio -dice el físico espacial Merav Opher, primer firmante del artículo- es el primero en mostrar cuantitativamente que hubo un encuentro entre el Sol 'algo' fuera del Sistema Solar capaz de afectar al clima de la Tierra. Después, y en cuanto la Tierra se alejó de la nube fría, la heliosfera envolvió de nuevo a todos los planetas».
Según los investigadores, la contracción de la heliosfera (y sus consecuencias) podrían durar hasta un millón de años, y es muy probable que en el futuro volvamos a encontrar otra nube fría similar que dé inicio a una nueva edad de hielo.
MÁS INFORMACIÓN
«Este trabajo -concluyen los investigadores- debería revisarse con modelos atmosféricos modernos. Se ha sugerido que los cambios climáticos ocurridos en esa época (hace dos millones de años) podrían haber afectado la evolución humana. La hipótesis es que el surgimiento de nuestra especie, Homo sapiens, estuvo determinado por la necesidad de adaptarse al cambio climático. Y con la contracción de la heliosfera, la Tierra quedó expuesta directamente al medio interestelar».
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