Animales 'inmortales' que custodian el secreto de la eterna juventud
Vidas de cientos, miles de años, resistencia al cáncer, regeneración incluso después de una decapitación… Aunque el ser humano lleva desde hace milenios buscando burlar la muerte, la naturaleza ya ha encontrado el camino hace tiempo
Sin esta criatura, los humanos no existirían (ni tampoco la mayoría de los animales)
![La ballena de Groenlandia (en la foto) vive más de 150 años; pero su vecino, el tiburón de Groenlandia, extiende su vida hasta casi los 300 años –si bien se cree que podría alcanzar el medio milenio–](https://s2.abcstatics.com/abc/www/multimedia/ciencia/2024/05/09/Bowhead_Whale_NOAA-R5SSUhZ0i4KPYIlxTX98rZN-1200x840@diario_abc.jpg)
Las dos guerras mundiales. La Guerra Fría después. La llegada del hombre a la Luna y la caída del muro de Berlín. La irrupción de internet e incluso la pandemia mundial del Covid-19. Mientras ocurrían todas esas cosas en el mundo, los peces búfalo ... del lago Apache, en el desierto de Arizona, nadaban ajenos a todo esto. Puede parecer que no hay relación entre todos estos hechos y los despreocupados animales: al fin y al cabo, los peces no tienen conciencia de lo que hacemos los humanos; lo peculiar de este relato es que la vida de todos esos peces discurrió a la vez de todos y cada uno de estos capítulos históricos, desde la Gran Guerra hasta hoy mismo.
Porque, según constató una investigación publicada en la revista 'Scientific Reports' el pasado mes de octubre, estos seres acuáticos que superan el metro de longitud y que pesan casi 40 kilos, tienen más de 80 años. Incluso algunos más de un siglo. Este estudio ha colocado a los peces búfalo como la especie más longeva de agua dulce descubierta hasta la fecha.
«Es probable que exista un tesoro de información sobre el envejecimiento, la longevidad y la senescencia insignificante escondido dentro del género Ictiobus», explica Alec Lackmann, ictiólogo y profesor de la Universidad de Minnesota Duluth y quien lleva varios años estudiando a estos peces. Aunque el estudio se limitó a datar su edad, los autores sospechan que la longevidad de estos animales puede estar relacionada con las condiciones del propio lago donde viven: los peces búfalo no son originarios de allí, sino del centro de América del Norte.
![Un pez búfalo centenario del lago Apache, en Arizona](https://s2.abcstatics.com/abc/www/multimedia/ciencia/2024/05/09/20231026_research_buffalofish_117_gz9a3878-U32607810477BVI-760x427@diario_abc.jpg)
El gobierno los depositó en 1918 un poco más arriba, en el lago Roosevelt, y de ahí bajaron por Río Salado hasta el lago Apache, donde han permanecido en una población más o menos estable hasta ahora. Sin embargo, en el estudio observaron algo que les sorprendió: no encontraron población joven, lo que indica que los peces están teniendo problemas para encontrar lugares para el desove. Esto podría estar relacionado con la construcción de presas a lo largo del río en los años 30. Aún así, Lackman insta a estudiar más sobre la genética de estos 'abuelos'. «El género Ictiobus tiene potencial para resultar de gran valor en el campo de la gerontología, y el lago Apache podría convertirse en un epicentro para una variedad de investigaciones científicas en el futuro», señala.
Vidas de hasta 15.000 años
A pesar de su increíble longevidad, el pez búfalo tiene una vida que apenas es un suspiro comparada con la de otros animales. Por delante se encuentra la ballena de Groenlandia (Balaena mysticetus), que extiende su existencia a más de 150 años; o su vecino, el tiburón de Groenlandia (Somniosus microcephalus), quien gracias a un metabolismo lento influenciado por las bajas temperaturas de su medio, así como una extraordinaria regeneración del ADN, ostenta el récord entre los vertebrados con casi de 300 años –si bien se cree que podría alcanzar el medio milenio–.
Pero no se acaban ahí los 'matusalenes' de la naturaleza y existen ejemplares aún más espectaculares: a un espécimen de esponja de mar, Monorhaphis chuni, recolectada en el mar de China, se le han calculado 11.000 años; y a otra 'compañera' de la misma clase, la esponja volcánica gigante (Anoxycalyx joubini), se le han atribuido 15.000. Aquí, la clave está en su simplicidad: son sencillas y, a la par, poseen todo un arsenal de células madre para reemplazar a las 'caídas en combate'.
![La esponja volcánica gigante se cree que vive 15.000 años](https://s1.abcstatics.com/abc/www/multimedia/ciencia/2024/05/09/800px-Anoxycalyx_joubini3a-U76467175438kiE-760x427@diario_abc.jpg)
Y luego está la conocida como 'medusa inmortal'. La Turritopsis dohrnii es capaz de 'rebobinar' su metabolismo hasta las primeras fases de su vida, a pólipo, para volver a reiniciar su ciclo cuando las condiciones sean más favorables. De hecho, fueron investigadores de la Universidad de Oviedo dirigidos por el catedrático de Bioquímica y Biología Molecular Carlos López-Otín quienes desentrañaron su genoma por primera vez, publicando sus conclusiones en la revista 'Proceedings of the National Academy of Sciences' (PNAS). Los datos revelaron que, al contrario de lo que se podría pensar, no había uno, sino varios factores y mecanismos que actuaban todos juntos para favorecer el rejuvenecimiento de la especie.
![La medusa inmortal, Turritopsis dohrnii](https://s1.abcstatics.com/abc/www/multimedia/ciencia/2024/05/09/0__Ut72eL550PwT9-I-U15557053115WBg-760x427@diario_abc.jpg)
Sin embargo, López-Otín advertía: «Este trabajo no persigue la búsqueda de estrategias para lograr los sueños de inmortalidad humana que algunos anuncian, sino entender las claves y los límites de la fascinante plasticidad celular que permite que algunos organismos sean capaces de viajar atrás en el tiempo. De este conocimiento esperamos encontrar mejores respuestas frente a las numerosas enfermedades asociadas al envejecimiento que hoy nos abruman».
Que le corten la cabeza
Existen más tipos de animales 'inmortales' cuyo 'superpoder' no es solo una vida extremadamente larga, sino también una regeneración increíble. Más allá de las lagartijas y su capacidad para renovar su cola (basada en el mismo principio que nuestra piel cuando nos hacemos una herida, pero de forma mucho más eficiente), en el reino animal destacan otros animales, como los acelos, que son capaces de regenerarse desde casi la nada. «Su habilidad es tal que se ha conseguido crear un organismo entero a partir de una sola célula», explica a ABC Carolina Noreña, investigadora del Museo Nacional de Ciencias Naturales (MNCN-CSIC). No son los únicos con habilidades dignas de ciencia ficción: las planarias, unos gusanos bastante comunes, son capaces que les crezca de nuevo cualquier parte del cuerpo, incluida la cabeza. «Aún llegan más lejos: cuando seccionas la planaria en varios fragmentos crea nuevas réplicas jóvenes y totalmente sanas de cada fragmento», apunta por su parte Daniel Cuadrado, especialista en Taxonomía y Sistemática de planarias acuáticas, que son el objeto de estudio de su tesis. «Son unos animales increíbles».
![Una planaria cortada en tres y su evolución a lo largo de los días](https://s1.abcstatics.com/abc/www/multimedia/ciencia/2024/05/09/2021-007-03-U26440222280jrZ-760x700@diario_abc.jpg)
Aún queda mucho por estudiar acerca de estos 'gusanos inmortales', si bien los científicos ya han descubierto algunos factores que podrían estar detrás de su increíble regeneración: «Es muy determinante el tipo de reproducción: los animales con capacidad asexual suelen tener mejor regeneración; además, los animales de agua dulce se regeneran mejor que los de agua salada», señala Cuadrado. Pero, más allá de que aprendamos de ellas a regenerar nuestras extremidades (o incluso cabezas, quién sabe), las planarias podrían también tener la clave para combatir algunas enfermedades humanas, entre ellas el cáncer. «Puedes dividirlas casi célula a célula, y a pesar de su constante regeneración, no tienen cáncer. Sus células se replican de forma totalmente controlada, al contrario que pasa con los tumores». Además, son capaces, en situaciones de estrés, de alargar los telómeros, piezas clave del envejecimiento celular no solo en las planarias, sino también en humanos.
Aquí entra la poco agraciada rata topo desnuda, un roedor que, si bien es el más longevo de su género (puede vivir hasta 30 años), lo realmente llamativo es que es inmune al cáncer y no siente ciertos tipos de dolor. No solo eso: vive en colonias subterráneas donde el grupo se reparte las tareas como lo harían las abejas o las hormigas. Las peculiaridades de este animal no terminan ahí: poseen su propia 'reina rata', como la reina de las abejas, la única de la colonia que tiene crías hasta que muere, siendo vieja. Sin embargo, al contrario que con los insectos alados, la reina rata topo no nace, sino que se hace, y cualquier fémina de la colonia puede llevar a cabo este rol.
![Rata topo desnuda](https://s1.abcstatics.com/abc/www/multimedia/ciencia/2024/05/09/Naked_Mole_Rat-U501617312264ABF-RB2mU6hNMIWQLcOtN0gRXEN-1200x840@abc-U00325512288YWn-760x427@diario_abc.jpg)
«Si averiguamos cómo pueden hacerlo, podríamos desarrollar nuevos fármacos que ayuden a la salud humana», señaló Miguel Brieño-Enríquez, de la Facultad de Medicina de la Universidad de Pittsburgh (EE.UU.) tras publicar el hallazgo de su equipo al respecto en la revista 'Nature Communications'. «Esperamos usar lo que estamos aprendiendo para proteger la función ovárica más adelante en la vida y prolongar la fertilidad».
Los reyes del aguante
Aunque si hablamos de resistencia, sin duda los campeones son los tardígrados: estos animales minúsculos de medio milímetro, conocidos también como osos de agua, son tan duros que resisten a temperaturas cercanas al cero absoluto (-273 ºC, cuando se detiene todo movimiento molecular) o ser calentados sin problema a casi 150 grados. También aguantan la radiación espacial y, aunque en condiciones favorables suelen vivir cerca de los dos años y medio, es en las situaciones adversas cuando alargan su vida, 'disecándose' y aguantando dos o tres décadas en un 'letargo' del que despiertan cuando se les vuelve a hidratar.
![Representación del oso de agua o tardígrado](https://s3.abcstatics.com/abc/www/multimedia/ciencia/2024/05/09/tardigrado-U74724552748usW-760x427@diario_abc.jpg)
Su truco: son capaces de ralentizar los procesos metabólicos. «No son los únicos seres vivos que alcanzan la criptobiosis: también lo hacen algunas especies de nematodos y rotíferos», explica Noemí Guil López, doctora en Zoología por la Universidad Complutense. «La diferencia es que los tardígrados son animales multicelulares que se parecen más parecidos a nosotros, pues tienen cabeza, patas y tronco». De hecho, uno de los últimos experimentos llevados a cabo involucró la introducción en células humanas de ciertas proteínas tardígrados, que se convirtieron en una especie de 'gel' que frenó de forma patente la actividad celular.
MÁS INFORMACIÓN
Ralentización del metabolismo hasta el límite entre la vida y la muerte, regeneración celular perfecta, increíble resistencia ante condiciones adversas, existencias que se alargan durante milenios… La naturaleza, desde luego, ya ha inventado el 'elixir de la eterna juventud'. El problema es que aún no está disponible para nosotros.
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