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Trucos para enfriar la casa sin encender el aire acondicionado

Crear corrientes de aire, colocar en el interior de las estancias plantas específicas, ventilar a primera hora y usar de forma efectiva toldos y persianas ayudan a reducir la sensación de calor en el hogar

Cómo dormir a pierna suelta aunque haga calor

Con la ola de calor han aumentado las búsquedas de fórmulas para enfriar la casa.
Raquel Alcolea

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En plena ola de calor, con la demanda de aparatos de climatización disparada y con un entorno cambiante en los precios de la electricidad no es raro que en los últimos días haya crecido la búsqueda de fórmulas para saber cómo enfriar la casa sin un extra excesivo en la factura de la luz. Desde el uso de plantas de decoración específicas hasta las técnicas caseras de aislamiento térmico pasando por el uso de clásicos como toldos o de técnicas para crear corrientes de aire. Con la ayuda de los expertos de Freehand Arquitectura, especializados en interiorismo, reunimos algunos de los trucos más eficaces que contribuyen a bajar la temperatura del hogar.

Ventilar a primera hora

Cuando las temperaturas se suavicen, aprovecha a refrigerar las estancias abriendo las puertas y ventanas. El mejor momento para ventilar la casa es durante las primeras horas de la mañana y por las noches ya que, de esta forma, se refresca la casa y se retrasa el momento de encender los sistemas de refrigeración. En este sentido los expertos recomiendan ventilar todas las estancias de la casa de modo que sea posible crear una corriente de aire. Con unos 10-15 minutos sería suficiente o si resulta posible y se hace a primera hora se puede prolongar más.

Crear corrientes de aire

Para crear corrientes de aire efectivas se deben diferenciar el flujo del aire entre las ventanas: hay que ver claramente por cuál entra el aire y por cuál suele salir. La idea es, según explican los expertos, abrir antes aquellas por las que suele salir el aire y que dan a la calle porque así el movimiento de la corriente es mayor. Por el contrario, las ventanas por las que suele entrar el aire deben abrirse lo mínimo.

Otra forma de crear corriente puede ser abriendo dos ventanas enfrentadas o incluso colocando dos ventiladores de pie, uno en frente del otro.

Usar aparatos que activen el flujo de aire

A menudo se comete el error de encender el ventilador a toda velocidad pensando que así se enfriará el ambiente pero lo cierto es que no tiene efecto alguno sobre la temperatura ambiente dentro de la casa. Simplemente empuja el aire que ya estaba caliente. Sin embargo en el mercado existen aparatos que ayudan a circular por la estancia el aire más frío que está cerca del suelo. «Si tienes ventilador de techo, es importante que, en verano, fijes las aspas para que giren en el sentido contrario a las agujas del reloj, así moverán el aire caliente hacia el techo», aconsejan los expertos.

Aislamiento térmico con elementos externos

Bajando las persianas, cerrando las puertas y cerrando las cortinas, especialmente en las horas del día en que la casa recibe la luz y el calor directo del sol es una de las técnicas más efectivas (con este sencillo gesto es posible reducir la temperatura hasta 6 grados). En los hogares con orientación este, el sol llegará por la mañana mientras que en las casas con orientación oeste, lo hará sobre las tres de la tarde.

Si la casa en el que se vive tiene estancias acristaladas es importante tener en cuenta que hay que mantener las ventanas de los extremos para que circule el aire, pues si están completamente cerradas se corre el riesgo de crear un efecto invernadero y que suba más la temperatura.

Revisar los electrodomésticos y cambiar las bombillas

Cuantos más aparatos estén encendidos dentro de una casa, más calor generarán en el interior. La recomendación general es intentar mantener apagados los electrodomésticos en la medida de lo posible; especialmente, aquellos que consumen mucha electricidad como el lavavajillas o aquellos que generan mucho calor como el horno. En el caso de que sea necesario, es preferible usarlos cuando esté bien entrada la noche.

Otro recurso útil es usar leds en lugar de bombillas, no sólo porque es una opción más eficiente y menos calurosa, sino porque también contribuye a reducir la factura de la luz.

Usar toldos y textiles del hogar de forma efectiva

Además de las citadas persianas, el toldo puede ser un recurso eficiente si se baja en las horas en las que esa parte de la casa recibe la luz directa del sol y aumenta la temperatura. En este sentido los expertos recuerdan que conviene elegir bien el color de este elemento pues los más oscuros tienen a retener más el calor.

En cuanto a los textiles del hogar (sábanas, colchas, cojines, cortinas...) lo ideal es que sean de tejidos naturales y frescos como la seda o el lino pues, al ser transpirables, ayudan a regular de manera más orgánica la temperatura corporal, sobre todo si hablamos de aquellos con los que se viste la cama.

Otro truco casero y económico consiste en enfriar la cama envolviendo una botella de agua helada en una toalla y colocarla bajo las sábanas un rato antes de ir a dormir.

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