Por qué algunas personas quieren pasar sus vacaciones en una cárcel
Desde la conocida Alcatraz, en San Francisco, hasta La Model, en Barcelona, prisiones de todo el mundo se han convertido en exitosos destinos turísticos
![Por qué algunas personas quieren pasar sus vacaciones en una cárcel](https://s2.abcstatics.com/media/bienestar/2022/11/26/carcel-unsplash-kPvE--1248x698@abc.jpg)
Desde la conocida Alcatraz, en San Francisco, hasta La Model, en Barcelona, cárceles de todo el mundo se han convertido en exitosos destinos turísticos, un tanto peculiares, pero sin duda muy atractivos. Y es que son muchos los que están interesados en conocer cómo era ... la vida al otro lado de las rejas.
Este fenómeno se integra en lo que se ha denominado turismo carcelario o penitenciario , y está en pleno auge. Pablo Díaz Luque, profesor de Turismo de la Universitat Oberta de Catalunya (UOC), describe esta actividad como «una especie de variante del 'dark tourism', debido a la vertiente tétrica que supone visitar antiguos centros penitenciarios con cierta historia, donde, en definitiva, se privaba de libertad».
Según el experto, «estas visitas reivindican el valor de cárceles que dejan de ser usadas como tal por obsoletas, pero que –o bien por sus emplazamientos, su arquitectura o su historia, o por todos esos factores a la vez– reúnen el atractivo suficiente para ser visitadas y 'vividas'».
¿Por qué está en auge este tipo de turismo?
José R. Ubieto, psicoanalista y profesor de los Estudios de Psicología de la UOC, opina que este auge del turismo carcelario se debe a diferentes factores, pues las personas que hacen estas visitas pueden tener motivaciones distintas. «Para algunos puede estar ligado a la memoria histórica y a visitar sitios donde se produjeron hechos considerados importantes o de injusticia social».
Junto a esta motivación –añade Ubieto– también estaría la de aquellos que lo hacen por puro morbo . «Quieren ir para palpar, husmear, estar en el lugar donde se produjeron hechos violentos, dramáticos... lo que tiene su interés para algunas personas».
Pero hay una tercera razón, que es la necesidad o el deseo de decir: « Yo también estuve allí ». «Son personas que después harán una reproducción viral del viaje, pues van a fotografiarse, a hacerse 'selfies' para colgarlos en las redes... Es como una exhibición de ellos mismos en el lugar que está de moda o que es valorado por algún motivo en particular», explica el psicoanalista.
Hay aspectos positivos que tienen que ver con este tipo de viajes, como la conservación del patrimonio : «Muchos de estos edificios si no tuvieran visitas seguramente no podrían financiarse y desaparecerían». Además, si son visitas guiadas, puede ayudar a mantener la memoria histórica y a conservar el legado colectivo.
En el aspecto psicológico, Ubieto establece que una visita guiada puede darnos un contexto de lo que estamos viendo y hacernos conscientes de situaciones de desigualdad o discriminación social , ayudándonos a admitirlas y a no reproducirlas. «Por ejemplo, si visitamos una cárcel donde se pone de manifiesto el racismo que había hacia las personas negras, esto contribuirá a entender que una actitud racista está fuera de lugar».
¿Cómo son estos turistas?
En general, si se analiza la clase de turistas que se interesan por esta novedosa opción, se encuentra un público muy variado . Y es que, tal y como detalla Díaz Luque, «no se trata solo de turistas, ya que muchos de los usuarios son parte de la población local que quiere conocer las características y la historia de estos centros, e incluso hay algunos visitantes con cierto interés por experimentar, en carne propia, cómo debe ser estar encerrado en celdas históricas como la de Nelson Mandela».
El perfil, por tanto, va desde interesados por la historia hasta cierto público con morbo por conocer algunos escenarios oscuros, pasando por simples curiosos con tiempo libre. «Es más, en función de la orientación comercial del centro penitenciario, habrá un tipo de público u otro: podrá ser generalista, en unos casos, o determinado, en otros, como para historiadores».
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