Puertas de emergencia clausuradas, ascensores que dejan atrapados a los ciudadanos o un retrete para todo el centro de Salud José Gallego de Puente Genil son algunos de los aspectos que actualmente presenta el ambulatorio. Más de cuatrocientos ciudadanos, movilizados por IU, han firmado un documento para trasladar a la Consejería de Salud la situación del centro y en el que se plantean «cuestiones fundamentales para que cualquier establecimiento público pueda abrir sus puertas», indicó el portavoz de IU, Manuel Baena. Mientras que se reanudan las obras de remodelación integral, que están paralizadas (al 30 por ciento de su ejecución) por falta de pago de la Consejería a la constructora, la coalición de izquierdas y los ciudadanos que han apoyado con sus fimas solicitarán que mientras tanto se lleven a cabo «actuaciones de urgencia» para que al menos el ciudadano «no salga peor de cómo entró».
La coalición de izquierdas recaba firmas en su web y saldrá a la calle el sábado para conseguir más apoyos
Además, IU remitirá esta semana una carta al Distrito Sanitario de la Delegación de Salud con el fin de que haga una inspección al centro «como lo hacen en cualquier otro local público», a fin de que puedan certificar si el edificio reúne o no las garantías mínimas de seguridad y salubridad para recibir a los usuarios. El último deterioro del centro de salud hecho público es el trasiego de los enfermeros, que «para utilizar agua caliente tienen que subir una planta y trasladarla con cubos», explicó Baena.
Ante el gran respaldo social que ha tenido la iniciativa, que en sólo dos horas que estuvo la mesa instalada en el centro comercial de la ciudad recabó 400 apoyos, el próximo sábado continuará con la recogida. Además, a través de la web de la agrupación local se seguirán recogiendo firmas.
Los trabajos interrumpidos en el ambulatorio afectan a unos 2.000 metros cuadrados, un centro en el que trabajan 38 personas y que atienden a 15.000 ciudadanos. El coste de la obra asciende a 2,3 millones de euros.