"Amo a Hilter". Estas tres palabras delante de una cámara fueron el punto y final de la triunfadora carrera profesional del diseñador. Además de haber salido por la puerta de atrás de una de las grandes casas de moda, Galliano tendrá que sentarse en el banquillo de los acusados.
La exquisita carrera profesional del diseñador gibraltareño cayó por la borda hace unos meses y desde entonces pocos saben donde se encuentra John Galliano, aunque muchos se atreven a decir que está ingresado en una clínica de Arizona para superar sus problemas con el alcohol y las drogas.
Esté donde esté, el que fuera el diseñador creativo de la casa Dior se sienta este miércoles por la tarde en el banquillo para enfrentarse a los altercados por los que está acusado.
Hace unos meses, una pareja y una mujer acusaron a John Galliano de haberles insultado en un bar. Al parecer el diseñador dijo cosas como "sucia cara de judío", además de haber pronunciado delante de una grabación de móvil las palabras que pusieron fin a su carrera: "Amo a Hitler".
Según han informado los abogados del diseñador, Galliano pedirá de nuevo perdón ante el tribunal y alegará en su defensa su dependencia de los medicamentos y el alcohol.
