Unos 230 millones de hectáreas de bosque podrían desaparecer a nivel mundial en 2050 si no se toman las medidas concretas para frenar las actuales tasas de pérdida y degradación de los bosques, según el informe «Bosques Vivos» publicado por WWF.
La organización ha detallado que el documento analiza las causas de la deforestación y degradación de estos ecosistemas e identifica las oportunidades de cambiar hacia nuevos modelos responsables que beneficien a la sociedad. Además, en el Año Internacional de los Bosques, se propone a los políticos, empresas y ciudadanos que se unan para alcanzar la tasa neta cero de deforestación y degradación en 2020.
Tal objetivo tiene en cuenta que el cese total de la deforestación ligada a procesos de desarrollo humano puede no ser alcanzable, pero sí lo es en términos netos, una vez que se asegura la restauración de terrenos degradados en zonas prioritarias, ha añadido WWF.
En la actualidad, la tasa anual de pérdida de bosques es de 13 millones de hectáreas.
La organización ha desarrollado junto al Instituto Internacional para Análisis de Sistemas Aplicados (IIASA) el Modelo Bosques Vivos, que permite explorar varios escenarios globales del uso de suelo, entre los que se consideran los efectos del crecimiento de la población y la demanda de los consumidores. También se describen posibles consecuencias en ámbitos como la producción de alimentos, el cambio climático, el precio de los bienes y servicios y el desarrollo económico.