El kiwi es una presa fácil: desprende un olor muy fuerte que no pasa desapercibido para gatos y armiños. Un grupo de científicos de Nueva Zelanda busca fórmulas para camuflarlo.
¿A qué huelen las nubes? Algunas preguntas son formuladas sin esperar respuesta. Sólo buscan posicionar de manera original un producto higiénico en el mercado. Un grupo de investigadores de Nueva Zelanda se ha planteado a qué huelen los kiwis para desarrollar un desodorante que camufle el olor de estos vulnerables y famosos pájaros. Al parecer, el kiwi desprende un olor similar al de los champiñones o el amoniaco, por lo que sus depredadores los detectan sin dificultades.
Nueva Zelanda, que posee un abundante abanico de especies de aves, carece de ciertos tipos de mamíferos de tierra. Algunos de éstos, como felinos y armiños, han sido introducidos de manera reciente. Y las consecuencias para el kiwi o el loro kakapo (el único que no vuela) han sido negativas: su población ha disminuido, aseguran los científicos del Instituto Marsden. Mr Briskie y su equipo han recibido más de 300.000 euros para estudiar durante los próximos tres años qué olor produce la cera que las aves generan para acicalar su plumaje y cómo reducir su poder odorífico.
Mientras cierta marca de desodorante masculino se vende como la mejor alternativa a Cupido, estos investigadores buscan un spray o roll-on que haga las veces de capa élfica de la invisibilidad.