Lo que a las 20.30 horas empezó siendo una simple tormenta de verano, con más truenos que lluvia, terminó derivando una hora más tarde en una intensa tromba de agua que se derramó sobre varios puntos de la comarca de la Campiña Sur y sembró el caos en Aguilar. Al cierre de esta edición, los bomberos del Consorcio Provincial de Extinción de Incendios del parque de Montilla tuvieron que realizar varias decenas de salidas en las localidades de Aguilar de la Frontera y del propio municipio montillano, ante la situación de emergencia creada.
Según fuentes sanitarias, la lluvia comenzó a caer con intensidad alrededor de las 21.30 horas y el municipio más afectado fue Aguilar, donde se concentró la práctica totalidad de actuaciones por parte de los funcionarios de la Diputación Provincial de Córdoba —en Montilla tuvieron que actuar en tres ocasiones—, hasta el punto de que la procesión de San Roque no se pudo llevar a cabo.
Al cabo de dos horas —la lluvia caída pudo superar los 90 litros por metro cuadrado—, las calles del Centro del municipio se transformaron en auténticos ríos con el agua cubriendo el asfalto de acera a acera, si bien las zonas donde se produjeron más inundaciones fueron las situadas en la zona baja del pueblo, tales como la avenida de Córdoba, el Camino Ancho, San Cristóbal, Tejar y Candelario.
La N-331, acordonada
Igualmente, la Policía Local tuvo que acordonar la travesía de la N-331, donde se estaban realizando una serie de obras para acondicionarla como calle, y donde, al parecer se escuchaban gritos por parte de los vecinos en cuyas casas estaba entrando el agua.
Y es que en todos los casos los bomberos tuvieron que limpiar y secar bajos de viviendas, sótanos y locales comerciales de plantas bajas anegados por el agua, e, incluso, según fuentes de los funcionarios del Consorcio, había gente atrapada a la que había que rescatar, ya que corrían un serio peligro.
Además, la práctica totalidad de las tapas del alcantarillado se levantó por la fuerza del agua que inundó el subsuelo al cabo de una hora, mientras que numerosos vehículos quedaron atravesados en las calles ante la imposibilidad de seguir avanzando.
La situación se puso tan tensa que finalmente todos los bomberos de la zona sur de la provincia —Puente Genil, Lucena y Montilla—se trasladaron a Aguilar a colaborar en las tareas.
Del mismo modo, el alumbrado público se interrumpió de forma intermitente a lo largo del temporal, que empezó a remitir sobre la medianoche, causando una mayor sensación de inseguridad entre una población realmente asustada por lo ocurrido.
