Es por eso, que tenemos pies y buena inspiración por los aires que nos llegan, que nos adentramos en el centro de Buenos Aires a ver qué nos ofrece. Cruzando la gran calle, la que dice ser la más larga del mundo, la Avenida Nueve de julio (2.600 metros de largo, 140 de ancho), a la altura de la Avenida Corrientes, se encuentran los teatros de más importancia además de un amplio sector comercial con librerías, cafeterías y restaurantes. Nos dirigimos hacia el citado barrio de San Telmo, hacia el viejo corazón palpitante (sin nada de arritmia) de la ciudad.
En origen sirvió de lugar de residencia a las familias aristocráticas pero que hoy día es un territorio lleno de talleres de artesanía, casas de adobe, calles estrechas, patios y cierto aire de tango muy especial. Sin lugar a dudas es un lugar icónico de la ciudad de Buenos Aires, lleno de hospedajes baratos y hoteles de cinco estrellas. Tiene San Telmo un aire pintoresco y se encuentra en una situación privilegiada, cerca de la famosa Plaza de Mayo. Condensa la imagen que todo viajero atesora de BA a la hora del regreso a casa.
En este barrio será donde puedas adquirir obras de arte y artesanía en cuero y piedra. Sí podemos decir que en los rincones de San Telmo se respira Tango. Con mayúsculas. Los adoquines del antiguo barrio se han mantenido y las calles lucen repletas de edificios antiguos que no han cambiado las fachadas. En este lugar es donde puedes presenciar espectáculos, ya sea en tanguerías tradicionales o de la mano de artistas callejeros que ofrecen su baile en las veredas. El Barrio de San Termo es el hervidero de la vida nocturna y la farándula bonaerenses.
LA NOCHE DA LA CARA
Por las noches las plazas están llenas de gentes que disfrutan de un ambiente distendido y animado. Las plazas acogen los mercadillos y las exposiciones de las artesanías más variopintas. En las esquinas de San Telmo siempre encontrarás el vendedor de velas, el farolero o la vendedora de empanadas. Combina los mercados de anticuario con la más actual oferta cultural. Contiene buena parte de los edificios de mayor solera de BA y otros de gran valor patrimonial.
La Plaza Doguerro es la segunda más antigua de la ciudad de Buenos Aires después de la de Mayo, que precisamente es vecina de la que comentamos. Ella es punto de encuentro de diversas actividades culturales y artísticas y acoge cada domingo el mercadillo de 'cosas viejas' y antigüedades San Pedro Telmo, donde puedes encontrar auténticas reliquias en buen estado o disfrutar del espectáculo de bailarines de tango u obras de teatro. La Casa Ezeiza, la Iglesia de Belén y muy sentidamente la Casa Mínima (la más angosta de BA, con 2.5 metros de fachada y trece de fondo) son visitan inexcusables.
Cercano a San Telmo, más hacia el sur, está la muy conocida La Boca y la calle principal que le da fama: 'Caminito'. Las casa pintadas de vívidos colores que miran al océano recogen toda serie de espectáculos para los turistas pero puede inspirar cierto letargo artificial a precios de atracción. Parece un museo a cielo abierto. Se asegura que los mejores mariscos, pescados y pastas se sirven en sus resturantes. Antes de caer hipnotizados por tanto tipismo, cruzamos el Puente Avellaneda para disfrutar de una gran vista del Río de la Plata, el puerto y el Riachuelo.
EL PULSO QUEDA AL NORTE
Hacia el norte queda la Plaza de Mayo, famosa por muchos acontecimientos históricos que tuvieron lugar sobre sus adoquines, especialmente la protesta de las 'Madres de Mayo'. Sobre uno de sus laterales se levanta la Casa Rosada, residencia del gobierno del país y escenario habitual de todo tipo de protestas y de 'botineras' que andan buscando notoriedad.
Y es que Buenos Aires ha sido de siempre hervidero de la cultura, el espectáculo y el arte, ciudad de las luces de Suramérica. No han faltado los poetas y los bailarines de tango. Así el Teatro Colón, de reconocimiento internacional y bella arquitectura, dio renombre trasatlántico entre sus paredes a grandes bailarines de danza clásica. Este contexto de arte, cultura, música y danza se adereza en los mejores lugares de la ciudad con los asados de carne de ternera y los vinos rojos que llegan de Mendoza, allá en la cordillera. No faltan en Buenos Aires las carnes hechas al gusto de quien las solicita (acá se sabe ser carnívoro) pero tampoco las pastas y las pizzerías. Algunos dicen que la mejor pizza del mundo se sirve en Buenos Aires y no en Italia.
Disfruta de la charla que encuentra ocasión en cada esquina de la ciudad. Haz amigos con rapidez para que te enseñen a disfrutarla mejor y déjate llevar por el encanto de quienes hablan en prosa de amor y de vida.