Todo el arte de Guadalajara desde la Prehistoria

Hemos hablado poco en esta sección de ABC Artes&Letras de Castilla-La Mancha acerca de libros o autores de Guadalajara, lo cual supone una seria injusticia que conviene reparar de inmediato. Si nos referimos a editoriales privadas en nuestra región, no podemos olvidar a AACHE, empresa que lleva algo más de 20 años en este sector, en los cuales ha sido capaz, gracias sobre todo al empeño del médico, escritor e investigador Antonio Herrera Casado, de editar más de 500 títulos que abarcan todas las facetas posibles de la provincia de Guadalajara y en alguna medida menor de las «Tierras de Castilla-La Mancha», a las que ha dedicado también una colección. Patrimonio histórico, artístico, etnográfico, historias locales, personajes singulares, creación literaria, todo ello ha tenido cabida en los numerosos títulos de AACHE.

Una buena prueba de ese esfuerzo editorial -y de sus resultados- hemos podido verlo en la sala Borbón-Lorenzana de la Biblioteca de Castilla-La Mancha, a lo largo del pasado mes de marzo, en una excelente exposición recopilatoria.

Sirva este breve preámbulo para presentar aquí a los lectores del resto de la Región el noveno y último tomo -por el momento- de los volúmenes de las Obras completas de Francisco Layna Serrano, erudito, investigador (también médico) cronista provincial y verdadero soporte de la investigación, sobre todo en temas patrimoniales, de la extensa provincia de Guadalajara durante buena parte del siglo XX.

En este tomo que ahora nos ofrece, bajo el título de Arte y artistas de Guadalajara, sobria y bellamente editado por Aache, aparece una amplia recopilación de trabajos del Dr. Layna (37 en total) sobre diversos aspectos del arte en la mencionada provincia: desde las etapas prehistóricas y medievales (la cueva de los Casares, por ejemplo), al análisis de significativos edificios u otros elementos del arte religioso: iglesias, conventos, cofradías, sepulcros; personajes importantes (Cisneros, Covarrubias); castillos (los de Jadraque, Zorita, Almonacid, Torija o Albalate, por ejemplo) o tradiciones etnográficas (la caballada de Atienza sería quizá la más conocida de ellas).

El libro nos presenta unas sugerentes investigaciones, realizadas con rigor y conocimiento y expuestas con una pluma bien cultivada y asequible. Layna era un viajero incansable y conocía de primera mano todo aquello de lo que hablaba.

Los textos que aquí se reproducen corresponden a investigaciones del Dr. Layna Serrano publicadas en revistas especializadas o locales a lo largo de casi 40 años (la más antigua es de 1933 y la más reciente de 1970). Conviene recordar que su trabajo no se limitó a la investigación histórica y artística sino que tuvo ciertas responsabilidades públicas (por ejemplo en la Comisión Provincial de Patrimonio) y que desde ellas intervino muy activamente dando sus criterios sobre la forma en que debían llevarse a cabo determinadas reconstrucciones de obras de arte. Son muy sintomáticas a este respecto sus recomendaciones sobre las «obras que deben hacerse en la catedral de Sigüenza” que quedó gravemente dañada como consecuencia de la Guerra Civil.

Una obra sólida e importante para aproximarnos al rico patrimonio histórico y artístico de nuestra provincia más norteña.