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Un mini escáner permite conocer los compuestos de cualquier material

Los consumidores podrán saber si lo que están comprando está hecho de lo que dice la etiqueta

Un mini escáner permite conocer los compuestos de cualquier material

susana mendoza

¿Alguna vez se ha preguntado si ese bolso de cuero, es realmente de cuero? O si ese queso que se anuncia como bajo en grasas, se queda sólo en promesas, o si un restaurante le está colando carne de vacuno por otra cosa. Por lo general, hemos tenido que resignarnos siempre a confiar ciegamente en lo que nos ofrecen, sin posibilidad de comprobar los compuestos químicos o ingredientes de algún producto o alimento, pero una empresa israelí podría cambiar de forma radical ya no sólo cómo comemos y compramos, sino cómo nos comportamos como consumidores en general.

La compañía Consumer Physics podría cambiar el panorama de los patrones de consumo en menos de un año con su mini escáner SCIO, que en latín significa «saber». Este sensor, que por ahora es un prototipo, escanea superficies de dos milímetros y puede describir con casi un 100 por 100 de eficacia el compuesto molecular de cualquier material, ya sea sólido o líquido.

Este escáner o sensor de luz azul traduce los resultados a una aplicación para smartphones, que calcula, a través de algoritmos, la composición química del producto.

«Comenzamos en 2011 con la idea de orientarlo a la comida, para saber qué es lo que nos están vendiendo realmente en los supermercados , pero en seguida vimos que tenía potencial para muchísimo más», comentó a ABC el gerente y cofundador de la empresa, Dror Sharon.

Lo que empezó como una especie de detector de mentiras y calorías para comida , se ha ampliado a sectores como la salud, ya que SCIO también analiza piel y cualquier sustancia orgánica secretada por el cuerpo.

«Lo analiza todo a través de una nube virtual que se expande con el apoyo de los usuarios, como Google. Cuanto más se analice con el sensor, más información sobre los compuestos de cada material», explicó Sharon.

El sensor funciona cuando el haz de luz de un espectómetro molecular, que es casi infrarroja, excita las moléculas del material analizado. Cada molécula específica vibra de una forma diferente, por lo que el espectómetro recoge esta vibración única y la traduce a través de algorritmos, enviando la información a la aplicación del smartphone.

Así, el usuario tiene un «chivato» que le puede ayudar a contar las calorías, proteínas, grasas y demás componentes de cualquier comida y determinar qué ingredientes y qué compuestos tienen otros productos analizados, como las pastillas.

«Esto también analiza los compuestos de las medicinas, como las pastillas y puede ayudar al paciente a saber qué dosis tiene que tomar o si le están vendiendo gato por liebre, como en el caso de las Viagras falsas que se venden por internet», aseguró Sharon.

Otra de las muchísimas aplicaciones que puede tener este sensor, es que como es capaz de analizar materiales líquidos o sólidos a través del cristal también, podría ser usado para verificar si hay algún componente dañino en nuestra bebida, como ciertas sustancias en bebidas alcohólicas, conocidas como «drogas de violación», que son imposibles de detectar.

El sensor está todavía en fase de desarrollo y por eso la compañía ha lanzado una campaña a través de la web Kickstarter para recaudar los 200.000 dólares (144.000 euros), con los que esperan poder comercializar el escáner en menos de un año.

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