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De 'mula' en portugués o 'masculino' en latín: ¿Cuál es el origen del término «machismo»?

Muchos estudiosos han rastreado la palabra, pero a cada uno les ha llevado a un sitio diferente. Hoy los académicos se decantan por utilizar «sexismo»

De 'mula' en portugués o 'masculino' en latín: ¿Cuál es el origen del término «machismo»? afp

i.m.

Es un concepto conocido y extendido por todo el mundo e incluso en otros idiomas se utiliza la misma palabra: «Machismo», «macho». Sin embargo, aunque diferentes estudios de antropólogos, sociólogos y psicólogos han intentado rastrear sus orígenes, a cada uno le ha llevado a un lugar diferente: el origen del término lo han achacado a los soldados de tiempos de la Reconquista de Andalucía, pero también a los portugueses que lo habrían derivado de la palabra «mula» o como derivada de la palabra latina «masculino». Incluso se ha llegado a decir que el término provenía de pueblos indígenas de las américas.

«No está muy claro cuál es el origen del término ‘machismo’ y, aunque algunos estudios lo han intentado rastrear, no queda muy claro en qué momento surge», reconoce la doctora de Antropología Social, Maribel Blázquez Rodríguez.

En 1962, el músico Vicente T. Mendoza publicaba un ensayo en el que intentaba rastrear el origen del término, y en él aseguraba que el concepto ya estaba presente en corridos y cantares de finales del siglo XIX. Pero lo cierto es que, como tal, no se hablaba ni de «macho» ni de «machismo» explícitamente, sino solo del concepto. Un concepto que, por otra parte, ha tenido definiciones de lo más variopintas a lo largo de la historia.

En el siglo XX, llegó a asociarse al coraje, la generosidad y el estoicismo, pero también, en otras definiciones de la época, aparece como el «culto a la virilidad», caracterizado por la agresividad, la arrogancia y las agresiones sexuales a las mujeres.

En la actualidad, una de las referencias para su definición se encuentra en diccionario de Victoria Sau, que plantea el machismo como «un conjunto de leyes, actitudes o rasgos sobreculturales del hombre cuya finalidad implícita o explícita ha sido y es mantener y perpetuar la sumisión de la mujer respecto al hombre», cuenta Blázquez.

«Es un término que sirve para visibilizar cómo, a lo largo de la historia, aunque haya variaciones, en algunos momentos o sociedades el sexo ha sido una variable determinante para que las mujeres tuvieran que cumplir una serie de normas y modelos, para que pudieran tomar menos decisiones sobre sus vidas, teniendo que seguir lo determinado por las ideas, las costumbres y las leyes imperantes», explica la antropóloga social.

Aristóteles decía que el cuerpo de la mujer es «un cuerpo incompleto»En la actualidad, aunque parezca que el término alude a un concepto muy claro, lo cierto es que su manifestación en la sociedad es muy diversa. «Formas de machismo ha habido a lo largo de toda la historia», asegura Blázquez, quien pone como ejemplo al propio Aristóteles. El filósofo de la Antigua Grecia aseguraba, por ejemplo, que el cuerpo de la mujer era «un cuerpo incompleto». «Ahí ya se ve que las colocaba en un lugar inferior», asegura la experta.

Sin embargo, y aunque el término se hubiera utilizado con anterioridad, se empieza a extender realmente a partir de los años 70, cuando el feminismo llega a la universidad y comienza a escribir. Es entonces cuando se busca este concepto como un intento de combatirlo y de reivindicar los derechos de las mujeres, para que puedan ser autónomas y vivir en igualdad de condiciones respecto a los varones. Pero frente a esta reivindicación, el machismo se impregna de otro significado: como sinónimo de misoginia y la aversión o rechazo frente a todo lo femenino.

No obstante, ahora «en el ámbito más académico se habla de “sexismo” porque el término “machismo” tiene que ver solo con el macho, y el macho no representa todo lo que pasa con el sexismo y las discriminaciones», dice Blázquez. Según explica, la desigualdad en función del sexo se puede construir más allá del reparto de roles: puede depender de la edad, de la identidad, de la orientación sexual... En definitiva, dice la experta, «el "machismo" es un término muy reduccionista».

De 'mula' en portugués o 'masculino' en latín: ¿Cuál es el origen del término «machismo»?

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