El Papa advierte que «un obispo o un sacerdote que no sirve con amor, no vale»

Con palabras muy claras, el Papa Francisco afirmó que el ministerio sacerdotal es un servicio a los fieles del modo que indicó Jesucristo y, por lo tanto, «un obispo, un sacerdote o un diácono que no sirve con amor, no vale». Ante las setenta mil personas que desafiaron el frío y la lluvia para asistir a la audiencia general, el Papa comentó el sentido «del sacramento del orden sacerdotal que, junto con el del matrimonio, constituyen los caminos por los que la mayoría de la gente convierte la propia vida en un don de amor según el ejemplo de Cristo».

El Papa recordó a obispos, sacerdotes y diáconos unas palabras de Jesús: «Vosotros sabéis que los jefes de las naciones las dominan y oprimen. Entre vosotros no debe ser así. Quien quiera ser el primero sea el servidor y el esclavo de todos. Como el Hijo del Hombre, que no vino a hacerse servir sino a servir».

El Santo Padre insistió en que ese servicio debe prestarse con amor por cada persona y por la comunidad, pues «el obispo, el sacerdote y el diácono aman a la Iglesia en la propia comunidad». Al mismo tiempo, advirtió de que «un ministro ordenado que no reza, no escucha la Palabra de Dios o no se confiesa regularmente, termina por perder la unión con Jesús y se vuelve mediocre, lo cual hace daño a la Iglesia».

Con naturalidad, el Papa invitó a los fieles a «rezar por todos los ministros ordenados, en particular por aquellos que se encuentran en dificultad o que necesitan recuperar el valor y la frescura de su vocación».

Comentando la necesidad de ministros santos, el Papa preguntó «¿ Cómo se llega a sacerdote ? ¿Dónde se compra la entrada?», y explicó que «no es una decisión personal, sino que la iniciativa la toma el Señor. Y si algún joven nota esta llamada, ha sido el Señor quien la puso en su corazón, para llevarle a toda una vida de servicio».