Adelson: Luces y sombras de una fortuna envidiada
El magnate del juego que pretendía crear Eurovegas es conocido por su talento para los negocios, pero también por verse envuelto en casos de supuesto blanqueo de dinero y soborno

Sheldon Adelson , el magnate del juego que pretendía crear Eurovegas , tiene muchos amigos, pero también muchos enemigos, y no siempre es fácil encontrar el sendero cierto entre las alabanzas de los unos y las críticas de los otros. A sus ochenta años y mirando hacia atrás, el hijo de inmigrantes judíos de Ucrania que se instalaron en Massachusetts tiene muchos motivos para la satisfacción.
A partir de una infancia humilde en la que pronto tuvo que lanzarse a trabajar –a los doce años repartía periódicos y a los 16 comenzó un negocio de máquinas de caramelos–, Adelson tuvo el olfato y las habilidades necesarias para desarrollar una actividad empresarial que pronto le permitió construir un imperio. Su actual fortuna es valorada en 34.000 millones de dólares , lo que este año le ha situado en el puesto número doce entre las personas más ricas del mundo.
Adelson no ha escapado, sin embargo, a las sombras que en ocasiones se relacionan con el negocio del juego. En agosto de este año Las Vegas Sands Corporation, la empresa de la que es principal dueño, presidente y consejero delegado, aceptó pagar al Gobierno de Estados Unidos más de 47 millones de dólares para poner fin a la causa judicial abierta contra él por supuesto blanqueo de dinero . Adelson también ha sido investigado en EE.UU. por posible soborno a ciertas autoridades chinas para lograr los permisos que facultaron la creación de su complejo de hoteles y casinos en el enclave de Macao.
Donante de fondos a los republicanos
No obstante, mucha de la controversia que genera su persona se debe más bien a la enconada vida política que padece Estados Unidos. El hecho de ser un impenitente donante de fondos a candidatos conservadores ha motivo varias campañas de ataques contra él desde la izquierda, la cual pasa por alto los importantes donativos que ella misma recibe de otras grandes fortunas, como George Soros. Adelson saltó a la palestra de gran contribuyente a la causa conservadora en 2012. Hasta entonces «estaba en contra de que la gente rica intentara influenciar en política», declaró a la revista «Forbes» , «pero mientras se pueda hacer, lo voy a hacer, porque otros tipos como Soros lo han hecho durante años, si no décadas».
Aunque inicialmente tuvo una orientación demócrata, como es habitual entre la población judía en Estados Unidos, su penetración en el mundo empresarial le acabó llevando al bando republicano. En ocasiones con posiciones claramente a la derecha, como la actitud contra los sindicatos que existe en las empresas de Adelson. Pero en otras veces también ha compartido trinchera con los demócratas, como su actual campaña para intentar que una ley federal prohíba en Estados Unidos el juego por internet .
Al margen de todo esto queda su reconocida contribución a la medicina a través de la Adelson Medical Research Foundation, dedicada a la rehabilitación de enfermedades neuronales, donde el protagonismo le corresponde a su esposa Miriam, de formación científica.
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