El Papa declara la «Semana de la Juventud» a pocas horas de su viaje a Rio de Janeiro
Advierte que «la oración que no lleva a ayudar al necesitado es estéril e incompleta»
A pocas horas de emprender viaje a Río de Janeiro, el Papa Francisco declaró que se trata en realidad de la “Semana de la Juventud”, pues hay ya más de un millón de jóvenes que estarán en la ciudad carioca hasta la “Jornada” Mundial de la Juventud, que es, estrictamente hablando, el próximo domingo.
En otra salida del Vaticano por sorpresa, el Papa se fue el sábado por la tarde a la basílica de Santa María Mayor para rezar de rodillas y en silencio durante media hora ante la imagen de la Virgen “ Salus Populi Romani ”. Luego pidió a los fieles que se encontraban allí por casualidad, oraciones por su viaje.
En el Ángelus del domingo repitió la petición de plegarias por los jóvenes para que “todos los que vayan a Río de Janeiro sepan escuchar la voz de Jesús”. Lo mismo pidió a los jóvenes que estaban en la plaza y a los otros cincuenta mil fieles que acudieron a despedirle. El Papa hzo notar que veía “una pancarta que dice: Buen Viaje. ¡Muchas gracias!”.
Su comentario del Evangelio del día ilustró el relato de la hospitalidad a Jesús a cargo de las hermanas Marta y María, en su casa de Betania. El Papa comentó que la actitud de contemplación de Maria y la de actividad de Marta “no deben contraponerse, pues son dos aspectos ambos esenciales de nuestra fe cristiana”.
El Santo Padre afirmó que el reproche cariñoso de Jesús a Marta no era por preparar la comida sino “porque consideraba esencial sólo lo que estaba haciendo”, y minusvaloraba el escuchar a Jesús, como hacia su hermana.
Oración y acción, unidas
El Papa advirtió que “en nuestra vida cristiana, la oración y la acción tienen que estar profundamente unidas. Una oración que no lleva a la acción concreta hacia el hermano pobre, enfermo o necesitado es una oración estéril e incompleta”.
Al mismo tiempo, “cuando en el servicio eclesial se presta sólo atención al hacer, y se da más importancia a las cosas, las funciones y las estructuras, sin reservar tiempo al diálogo con Jesús , se termina sirviendo a uno mismo en lugar de a Dios , presente en el hermano necesitado”.
El Santo Padre despegará del aeropuerto romano de Fiumicino el lunes a las 8.45 y aterrizará en Rio de Janeiro a las nueve de la noche hora española. En un cambio de programa, no irá inmediatamente al palacio donde le esperan la presidenta del Brasil y las autoridades, sino a la catedral, para recorrer después algunas calles cercanas en “papamóvil” descubierto. Su primer saludo es para la gente.
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