del 23 al 28 de julio
El Papa Francisco convoca a los jóvenes para la JMJ de Río de Janeiro
"Vosotros nos decís que tenemos que vivir la fe con un corazón joven, incluso a los ochenta años", le dijo el Santo Padre
El Papa Francisco dedicó gran parte de su homilía del Domingo de Ramos a la jóvenes. No fue por casualidad. Desde 1985 y por iniciativa de Juan Pablo II este día —en el que se conmemora la entrada triunfal de Jesús en Jerusalén— se celebra también la Jornada de la Juventud.
Durante la solemne eucaristía, el Santo Padre aprovechó la presencia de cientos de jóvenes en la Plaza de San Pedro para confirmar que viajará a Río de Janeiro para participar en la XXVIII Jornada Mundial de la Juventud (JMJ), que se celebrará en esa ciudad brasileña del 23 al 28 de julio bajo el lema «Id y haced discípulos de todos los pueblos».
«Queridos amigos, también yo me pongo en camino con vosotros. Ahora estamos ya cerca de la próxima etapa de esta gran peregrinación de la cruz de Cristo. Aguardo con alegría el próximo mes de julio, en Río de Janeiro. Os doy cita en aquella gran ciudad de Brasil», afirmó el Papa, en presencia de los jóvenes que le aplaudían con una enorme ilusión.
Con la JMJ a la vuelta de la esquina, el Papa quiso mostrarse especialmente cariñoso y cercano frente a quienes tienen en sus manos el futuro de la Iglesia. «Vosotros tenéis una parte importante en la celebración de la fe. Nos traéis la alegría de la fe y nos decís que tenemos que vivir la fe con un corazón joven, siempre, incluso a los setenta, ochenta años. Con Cristo el corazón nunca envejece», les dijo.
Durante la homilía, el Santo Padre incluso puso a los jóvenes como ejemplo de buenos testigos de la fe. «Vosotros no os avergonzáis de su cruz. Más aún, la abrazáis porque habéis comprendido que la verdadera alegría está en el don de sí mismo y que Dios ha triunfado sobre el mal precisamente con el amor. La lleváis para decir a todos que, en la cruz, Jesús ha derribado el muro de la enemistad, que separa a los hombres y a los pueblos, y ha traído la reconciliación y la paz», subrayó.
Una tradición de 28 años
La Jornada Mundial de la Juventud se creó en 1984, cuando tras concluir el Año Jubilar de la Redención, el beato Juan Pablo II entregó una cruz de madera de cuatro metros de altura a los jóvenes invitándoles a llevarla por todo el mundo. Desde entonces se han celebrado en Roma (1985), Buenos Aires (1987), Santiago de Compostela (España) en 1989; Czestochowa (Polonia) en 1991; Denver (Colorado, EE. UU.) en 1993; Manila en 1995, París en 1997; Roma de nuevo durante el Jubileo 2000, y Toronto (Canadá) en 2002. En Colonia (Alemania) se celebró en 2005 y en Sidney (Australia) en 2008. La última fue en Madrid durante el verano de 2011 y a la que acudieron dos millones de jóvenes.
Con aquella Jornada Mundial de la Juventud, España se convirtió, además en el país más visitado junto a Alemania, por Benedicto XVI y Madrid, en la capital mundial de los jóvenes. Durante los cuatro días que duró la fiesta, el Santo Padre habló directamente al corazón de los jóvenes invitándolos a no avergonzarse de su fe. Aquellos días, el Papa tuvo una palabra para cada joven. Para los profesores universitarios, las religiosas, los seminaristas, los enfermos, pero también para toda la sociedad.
El Papa Francisco era perfectamente consciente ayer que una buena parte de sus invitados a la cita de Río de Janeiro esperaban una palabra suya en las redes sociales. A través de su cuenta @Pontifex, el Santo Padre les dijo que espera con alegría el mes de julio para la JMJ.
«Aguardo con alegría el próximo mes de julio, en Río de Janeiro. Os doy cita en aquella gran ciudad de Brasil», escribió el Papa en su cuenta. Este fue el cuarto tuit que escribe desde que fue elegido pontífice. El primero fue el 17 de marzo, cuando escribió: «Queridos amigos, os doy las gracias de corazón y os ruego que sigáis rezando por mí. Papa Francisco».
Con la próxima JMJ de Río de Janeiro, estos encuentros vuelven a celebrarse cada dos años, ya que las últimas citas se venían organizando cada tres años. En esta ocasión, se adelantó la fecha debido a que en 2014 se celebrará en esta ciudad brasileña el Mundial de Fútbol y era mejor no hacer coincidir los dos eventos. Entre estos encuentros mundiales —a los que siempre acude el Santo Padre— todos los años se celebran estas jornadas a nivel diocesano en cada país. Así desde hace nada menos que 28 años.
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