Cristina Kirchner cambió de avión en Marruecos para evitar el embargo de la aeronave

El Papa Francisco había pedido a sus paisanos que se ahorraran el billete para viajar a Roma y donaran ese dinero para los necesitados. Algunos argentinos, como el ex presidente Adolfo Rodríguez Saá, tomaron buena nota y desistieron de su idea original de acudir a la entronización del Pontífice. Otros, hicieron caso omiso y entre legisladores, jueces y políticos, hasta 140 se embarcaron rumbo al Vaticano. De estos, una representación aceptó la invitación del Gobierno de viajar en el Tango 01, el avión oficial de la Presidencia de Argentina pero… el vuelo no fue directo.

El acoso de los fondos de inversión que demandan el embargo de los bienes del Estado argentino hasta que el país salde sus deudas, impagos desde el 2001, forzó un cambio de ruta para prevenir posibles contratiempos. El avión oficial aterrizó en Marruecos y la comitiva, con Cristina Fernández de Kirchner a la cabeza, se subió a un vuelo comercial para poder estar presente, sin sorpresas, en el Vaticano. El regreso, previsiblemente, será por el mismo camino.

El diario argentino «Clarín» informaba de la «anécdota» que forzó el desembarco de la comitiva oficial en tierras africanas. El bloqueo reciente del buque escuela argentino en Ghana todavía está fresco en la memoria y episodios u odiseas similares se tratan de evitar a toda costa desde el Ejecutivo.

La fragata Libertad, equivalente al Juan Sebastián Elcano, permaneció en el puerto de Ghana (también africano) más de dos meses. En rigor, fueron 77 días hasta que atracó en Mar del Plata (provincia de Buenos Aires). Un Tribunal de Nueva York logró que la Justicia de Ghana incautara, aunque fuera temporalmente, la emblemática embarcación. Tras recurrir al Tribunal Internacional del Derecho del Mar, Argentina consiguió el pasado 15 de diciembre, un fallo favorable y el barco fue liberado.

La misión de «caza y captura» de los bonistas sobre los bienes argentinos también forzó al país a trasladar cuentas corrientes que tiene en el extranjero a plazas seguras. En este escenario, la Presidenta Cristina Fernández de Kirchner no quiso correr ningún riesgo y optó por dejar el Tango 01 en Marruecos -como publicó Clarín- donde tendría garantizado inmunidad por la monarquía Alauí.

Si lo sucedido en Ghana fue un escándalo mundial, un acontecimiento similar con el Tango 01 en el que viaja la presidenta habría sido el colmo para la imagen de un país que ahora disfruta de las mieles de tener un Pontífice argentino.