BIOGRAFÍAS: Édouard Daladier, Primer ministro de Francia
La cara francesa de la política de apaciguamiento
Fue un político curtido que coincidió con Neville Chamberlain en que había que hacer cesiones a Hitler para preservar la paz en Europa. La última fue entregar los Sudetes a Alemania
Édouard/Daladier/Primer Ministro de Francia/Carpentras, 18 de junio de 1884-París, 10 de octubre de 1970/
El «hombre de Múnich», Édouard Daladier, Primer Ministro de Francia entre 1938 y marzo de 1940, es la cara francesa de la política de apaciguamiento y, sobre todo, de los Pactos de Múnich, que resultaron en la entrega de los Sudetes (de soberanía checa pero con una gran minoría alemana) al Reich. Ante las presiones de Hitler , el acuerdo fue en un intento por parte del político francés y de su colega británico de frenar una nueva guerra en Europa. La mayoría de la población francesa y europea lo percibió así, considerando a Daladier y a Chamberlain una especie de salvadores de la paz y garantes de la seguridad de Europa, cuando la realidad fue que la vergüenza de Múnich ―aparte de desintegrar Checoslovaquia, perfectamente preparada para enfrentarse a Alemania con la asistencia de los aliados occidentales― envalentonó a Hitler y le persuadió de que Francia y Gran Bretaña no estaban dispuestas a asumir los riesgos de una nueva guerra contra su Reich de los Mil Años, contra Alemania, la potencia emergente europea en 1938.
Diputado del Partido Radical Socialista y veterano de la Primera Guerra Mundial , Daladier ocupó diversos cargos durante el periodo de entreguerras: ministro de las Colonias, ministro de Defensa, ministro de Trabajo Público, primer ministro en otros periodos... En 1938, era un personaje experto y curtido en los entresijos de la política interna y exterior del momento. Sin embargo, y a pesar de ser partidario de no negociar con Hitler cuestión territorial alguna, se dejó convencer por Neville Chamberlain de la necesidad de plegarse a las reivindicaciones alemanas como garantía de una paz duradera en Europa. Como sabemos, la realidad fue bien distinta, confirmando las dudas y temores que Daladier había manifestado inmediatamente después de la firma de los Pactos.
Tras el inicio de la guerra, y la titubeante reacción francesa inicial, fue sustituido por Paul Reynaud , partidario de acciones más enérgicas contra Alemania. Una vez derrotadas Francia y el Reino Unido en la campaña de mayo de 1940, fue detenido por las nuevas autoridades del Régimen de Vichy y procesado en la farsa de los Juicios de Riom. Condenado a prisión, fue, tras la ocupación de la Zona Libre del sur de Francia, deportado a Alemania, primero al campo de concentración de Buchenwald y después al Tirol, donde sería liberado por tropas estadounidenses.
Archivo Fernández-Xesta.
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