Pepe, el hombre al que cambiaron los psicólogos

Lo peor de este mundo es cargar con un cartel. A Kepler Laverán Lima, conocido futbolísticamente por Pepe, le catalogaron hace cinco años como un defensa violento y es muy difícil escapar del tópico. Desde hace dos temporadas es un jugador muy distinto en el Real Madrid . Cambió. La pérdida de papeles que sufrió con Casquero (Getafe) en 2010 fue un punto de partida de su transformación. Después, los duelos con el Barcelona le consagraron su fama de duro. Expulsado en la Champions por una entrada a Dani Alves en la que ni tocó al brasileño, Pepe soportó ese cartel durante un tiempo. Aquel engaño del barcelonista le sirvió para contrarrestar su situación. Y tomó el toro por los cuernos.

Buen amigo de Cristiano , que también le ha ayudado mucho, trabajó con los psicólogos para cambiar su imagen. Y se transformó. Actualmente vive sus mejores momentos en el Real Madrid . Es un líder del equipo. El alma de la defensa. Corta, se anticipa, salva al grupo en muchas ocasiones. Cuando Ramos sufrió aquella racha de expulsiones, allí estuvo el portugués para sacar al Madrid de las crisis.

Lo más importante de todo es que no comete casi faltas. Es tal su potencial que se lleva el balón sin tener que tocar a los adversarios. Este Pepe no tiene nada que ver con el de hace cinco temporadas. Es la antítesis.

No da patadas, no hace entradas duras. Gana a sus rivales por velocidad y sabiduría. Aprendió a demostrar su deportividad, porque a veces se es y no se reconoce. Es un jugador comprometido. El futbolista de la plantilla del Madrid que más asiste a actos con niños y a reuniones con aficionados. Quiere darse a la gente. Ese es el verdadero Pepe.

Esta temporada es, sencillamente, una de las mejores de su carrera. Es uno de los siete intocables de la plantilla. Uno de los hombres que forma el pasillo de seguridad del equipo. Un baluarte.