real madrid
Jesé aprovecha sus oportunidades
El canterano ha marcado siete goles importantes y ha dado seis pases decisivos en los 941 minutos jugados
Desde niño se vio que era un artista del balón. Un malabarista. Llegó al Real Madrid en 2007, procedente de la Asociación Deportiva Huracán, un nombre muy acorde a su crecimiento como futbolista. Jesé Rodríguez tenía catorce años. Y demostró su calidad nada más ingresar en el cadete B. Hoy, siete temporadas más tarde, ha confirmado las expectativas. Mourinho debió ascenderle al primer equipo en 2012, pero el canario fue víctima del enfrentamiento con Toril. El chaval renovó contrato con el club el pasado mes de julio bajo la condición de ascender al primer plantel. La llegada de Ancelotti ha sido la catapulta final del delantero hacia el estrellato.
En los 941 minutos disputados a lo largo de veintiséis partidos ha anotado siete goles importantes y ha dado seis pases fundamentales. Se ha convertido en un jugador esencial del Real Madrid
Las bajas de Bale le permitieron adquirir minutos hasta transformarse en necesario. Su primera aportación relevante fue el pase letal que Morata tradujo en el 2-2 en la sufrida victoria en cancha del Levante (2-3). El técnico contó con ambos canteranos para dar la vuelta a una situación crítica y los muchachos le respondieron bien.
Almería vio su confirmación
Jesé vivió su primer gran examen en los escasos minutos jugados en el Camp Nou. Saltó al césped con el 2-0 en contra y anotó su primer tanto oficial con el Madrid. Una diana que puede ser importante si al final del campeonato hay igualdad de puntos con los azulgrana.
Pero su prueba de fuego de verdad la tuvo en Almería, el 23 de noviembre. Cristiano se lesionó a los 53 minutos cuando el marcador presentaba un 0-1. Era un momento delicado del partido. El canario le sustituyó. Y fue el alma del Madrid. Dio dos asistencias, a Benzema e Isco. Los blancos vencieron 0-5. La joya de La Fábrica lucía.
Su golazo determinante en Valencia (2-3) el 22 de diciembre significó la consagración. Salió en el tramo final del encuentro y cruzó un disparo raso que decidió los puntos. Se había ganado la consideración del vestuario. «Este chico vale, aporta soluciones», decía el cuerpo técnico. Florentino Pérez respiraba feliz. Los informes desvelaban desde 2010 que el chico estaba predestinado para triunfar. El sueño se hacía realidad.
Jesé había dejado claro que se merecía jugar. Su clase pedía a golpes de acierto su continuidad. El talento de la cantera volvió a ser clave en la visita del Celta, el Día de Reyes. Saltó al Bernabéu en la última media hora y revolucionó el encuentro. Abrió el muro vigués con un pase perfecto a Benzema. Realizó un gran partido. Desde entonces, el mago del balón ha sido un puntal constante del entrenador.
Jugó en Copa frente al Osasuna en el Bernabéu y firmó uno de los dos tantos (2-0). Participó también en el encuentro de vuelta y protagonizó una incursión a toda velocidad que culminó con un pase de la muerte que Di María fusiló en gol (0-2).
Es un fijo para Ancelotti
Jesé estaba lanzado. Había cuajado. Sentenció la siguiente eliminatoria copera con su disparo frente al Español (1-0). Ya era fijo para el entrenador. Lo demostró en San Mamés al rubricar el tanto madridista (1-1) en un duelo áspero que acabó con la expulsión de CR.
En las semifinales de Copa frente al Atlético dejó de nuevo el sello de su liderazgo. Marcó el 2-0 en el Bernabéu con otra demostración de efectividad. El derbi finalizó con un contundente 3-0. Tres días después, en plena explosión de brillantez, plasmó un golazo de toque y anticipación frente al Villarreal (el 3-1) y dio el centro preciso para que Benzema sumara el cuarto (4-2) en dos momentos muy complicados del encuentro.
Hoy es titular. Mañana juega en Getafe con el reto de cubrir de nuevo la baja de Ronaldo. Le gustan los exámenes finales. Está acostumbrado.
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