CR7 desea renovar y rechazó 22 millones anuales del PSG y 18 de City y Mónaco

Es sincero. Ahora se siente reconocido por los seguidores. Y admite que en ningún equipo ha rendido como en el Real Madrid. Cristiano (Funchal, Madeira, 1985) suma 201 goles en 199 partidos oficiales. Son números del fútbol de los años 50, cuando Zarra fusilaba a los porteros hasta obtener seis Pichichis. Su porcentaje de acierto, 1,01 tantos por encuentro, era inimaginable que se pudiera conseguir en el siglo XXI. Ronaldo tiene contrato con el club madrileño hasta 2015 y desea aceptar la renovación de Florentino Pérez para continuar su brillante trayectoria en el equipo madrileño. El cariño de los aficionados, que le hacen la ola y corean su nombre, son las razones de este anhelo.

Hace un año se encontraba «triste». No se sentía apoyado por la entidad en la lucha por los grandes galardones internacionales y pensaba que sus goles no eran valorados por el público. Se consideraban algo «normal», dada su enorme calidad. La causa fue que el espectador no conectaba con él porque sus gesticulaciones no eran propias de un futbolista del Madrid. No gustaba su altivez. CR7 cambió. Maduró. Entendió el mensaje del simpatizante. Aprendió a ser grande sin aspavientos. Y la afición cambió de postura. Hoy humillan la espalda en su honor y le adulan con los brazos extendidos. Es admirado. Es feliz. Ha rechazado tres ofertas de miedo por quedarse en el Real Madrid.

«No me quedo por dinero», manifiesta el luso. Florentino Pérez le presentará en agosto un contrato de cinco años, desde 2013 a 2018, con una ficha neta de 13 millones anuales. Será la ficha más alta de la historia de la Liga española. El portugués ha recibido tres propuestas muy superiores económicamente, que no deportivamente. El París Saint Germain le ha ofrecido un acuerdo por 22 millones netos por temporada y cinco años. El Mónaco puso 18 millones anuales por el mismo periodo. Y el Manchester City le daba también 18 millones anuales y una prima extra si venía libre en 2015 y no debía pagar traspaso a la casa blanca.

«Cris », como le llama el vestuario madridista, dijo no a esas tentaciones. Su carrera se vería perjudicada futbolísticamente si firmara por el Mónaco o el PSG. Es, la francesa, una Liga menor.

Irse al Manchester City, cuando ha sido el ídolo del United, tampoco era conveniente. Además, el rendimiento de la estrella lusitana en la Liga española es irrepetible en otros campeonatos. Su adaptación al Real Madrid es total.

Ha comprendido la idiosincrasia del club, la de la grada y la de los dirigentes, y está cómodo en la casa. Ahora es un líder del vestuario, junto a Casillas y Ramos, no es solo el estandarte en el césped. Pretende ganar la Décima y batir el récord histórico de goles del Madrid, 323, que ostenta Raúl. Lleva 201 en cuatro temporadas. Si firma por cinco más, el reto es posible.

Ronaldo quiere ser la imagen del club. La bandera. Espera el fichaje de Bale para hacer una delantera letal. El apoyo del público ha sido fundamental en la deseada continuidad del luso en la casa blanca. Su hijo y su madre disfrutan en el palco. Eso lo dice todo para él. Son sus madridistas de casa. Ellos deciden realmente donde jugará.