«Desaparecidos»
Una infancia perdida en Polonia
La quinta entrega del programa de «Desaparecidos» desvela con la ayuda de la televisión pública polaca la historia de Olivia Encinas, «secuestrada» por su madre y búscada por su padre, con sentencia firme y custodia plena

La quinta entrega del programa de «Desaparecidos» vuelve a honrar la labor de los medios de comunicación sacando a la luz casos de desapariciones sin resolver, o resueltas con explicaciones insuficientes. Retomando el mítico formato que Paco Lobatón llevó al éxito en la década de los 90, TVE emite cada miércoles un espacio que es todo un soplo de aire fresco para los familiares de desaparecidos que no han desistido en su búsqueda.
Esta semana el programa continuó el seguimiento del caso de Olivia Encinas , una niña de nueve años que su madre «secuestró» cuando tenía solamente tres . Con la excusa de ir a visitar a su familia en Polonia, la madre se llevó consigo a Olivia y desde entonces su padre, Alberto Encinas, no ha vuelto a saber nada ella. Desde entonces, el padre ha dedicado los últimos seis años de su vida a una costosísima búsqueda en la que ya ha gastado 60.000 euros entre abogados, asesores y sus casi cuarenta viajes a Polonia . Su heroico esfuerzo le ha llevado a suscitar la generosidad de sus vecinos, dándose el caso de un peluquera de su pueblo de Mallorca que, un día al mes, destina todos sus beneficios a la búsqueda de la pequeña.
«Es relevante que un conflicto que duraba más de 6 años y que estaba en buena medida sumergido y bloqueado, salga a la superficie. Se abre así la posibilidad de que se llegue a una solución en beneficio de la pequeña Olivia», reflexionaba Paco Lobatón. Y es que «Desaparecidos» consiguió trabajar codo con codo con la televisión pública polaca en un programa polaco de dinámica similar. Son los periodistas de este espacio los que han conseguido hablar con la madre de la pequeña Olivia.
Los tribunales han dado la razón a Alberto Encinas y le han concedido la patria potestad y la custodia completa de su hija. Sobre la madre de Olivia pesa una orden de detención internacional que no se ha cumplido, lo que lleva a Alberto a sospechar una cierta complicidad por parte de la Policía polaca. Y es que la madre hizo unas declaraciones en las que acusaba de maltratador al padre de Olivia y justificaba así su decisión de apartar a la niña y esconderla de él. «Me pegaba, pero ni hubo testigos ni me quedó ningún moratón», aseguraba la madre, que ha tachado a la sociedad española de machista y de no proteger los derechos de los extranjeros.
«Comprendo la situación en la que se encuentra le obliga a justificar lo injustificable. Nada de lo que dice es verdad . Incluso me cuesta revatir lo que ha dicho», aseguraba Alberto Encinas. Entre esas afirmaciones está el relato de los abuelos de la pequeña que cuenta cómo intentaron asaltar su casa para llevarse a la pequeña, sin embargo, «eso no es verdad». «Se han contratado a detectives para saber dónde está la pequeña, pero ellos no puede hacer eso».
La madre de Olivia se escuda en que la pequeña «es polaca»: «Está educada en la cultura polaca». De hecho, asegura que no han ido a realizar ningún exámen por miedo a que «las detengan». Pero también reconoce que le «pregunta cuándo volveremos a casa ». En eso y en que la Justicia española solo vela por el que fuese su pareja, olvidando que por quien hay que velar por el menor, no por el padre o la madre. Mientras tanto, también intenta ensuciar la imagen de la Justicia española y de nuestra sociedad asegurando que «aquí los hombres hacen lo que quieren» y «que la custodia compartida es lo normal que obtienen». Lo cierto es que Alberto tuvo que demostrar ante un juez que se encargaba de su hija, que cuidaba de ella, para conseguir esa custodia compartida.
El caso de Olivia no es un caso aislado en Polonia –de hecho, se producen 1800 secuestros en la Unión Europea –. El procedimiento para localizar al menor y realizar los informes correspondientes tarda unas seis semanas. En Polonia esos trámites se extienden hasta un año o dos, pero el de Olivia ya suma seis. Juan Antonio Godoy, abogado especializado en casos de secuestros parentales en Polonia, asegura que es un país que favorece que esto suceda, con una política que ayuda a los polacos sea cual sea la circunstancia: «Polonia parece el refugio ideal para llevarse a los niños, debido a un patriotismo mal entendido». De momento, solo queda esperar para saber si Alberto podrá volver a ver a Olivia.
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