Veteranos de la Legión advierten a Amenábar que «respete la memoria» de Millán-Astray: «No vamos a pasar ni una»
La nueva película del cineasta se titula «Mientras dure la guerra» y ya se rueda en Salamanca. Narrará los últimos días de Unamuno en Salamanca, en 1936

Este lunes, la Plaza Mayor de Salamanca viajó al año 1936 para acoger el rodaje de « Mientras dure la guerra », la nueva película de Alejandro Amenábar . El filme narrará los últimos seis meses de vida de Miguel de Unamuno en el contexto de la Guerra Civil . Y, cómo no, también se narrará el choque del filósofo y escritor con Millán-Astray, fundador de la Legión, en el Paraninfo de la Universidad. Un choque que ha hecho correr ríos de tintas en las últimas semanas.
Con estos antecedentes, Los Veteranos Legionarios de la Plataforma Patriótica Millán-Astray, una asociación en defensa del honor del fundador de la Legión, han enviado un burofax a la productora del filme de Alejandro Amenábar exigiendo que «“Mientras dure la guerra” se ciña a la verdad conocida de lo que sucedió entre el General Millán-Astray y Unamuno en el Paraninfo de la Universidad de Salamanca, el día 12 de octubre de 1936».
El portavoz de la plataforma, Guillermo Rocafort, ha explicado a ABC que «no quieren meterse en el guión»: « Solo le pedimos que lea las memorias de Millán-Astray y hasta nos hemos ofrecido para asesorarles desinteresadamente », explica.
El comunicado de la organización explica que «entre los Veteranos Legionarios existe la preocupación de que Amenábar persista en los viejos “topicazos” contra el Fundador de La Legión , “topicazos” que han sido desacreditados fehacientemente por el investigador salmantino Severiano Delgado, que ha acreditado con pruebas incontestables que los gritos que se imputaban al Fundador de La Legión del “¡Viva la Muerte!” y “¡Muera la Inteligencia!” no son más que una burda propaganda frentepopulista inventada por el periodista exiliado en Londres, Luis Portillo, en el año 1941, al igual que el discurso adjudicado a Unamuno en dicho acto no es más que una fábula literaria creada por el mismo autor».
En este sentido, Rocafort lo tiene claro: «Parece que la verdad les importa una mierda» , y habla de una «cultura monolítica» que falta a la verdad. «No queremos imponer una censura, pero no vamos a pasar ni una para defender a nuestro fundador , un hombre ejemplar que se portó como un caballero con Unamuno, al que respetamos como un gran hombre de la historia de España», explica Guillermo Rocafort.
«De seguir en esta línea de la mentira, –escriben los Veteranos Legionarios en su comunicado– el ridículo del director, como de los productores y de la película va a ser “cósmico”», y ya advierten de un futuro «problema comercial» si la película no da «una imagen verídica y respetuosa hacia el Fundador de La Legión». «Cuando hay una controversia sobre unos hechos hay que escuchar siempre a las dos partes y esto es un derecho fundamental que consagra la Constitución Española en su artículo 20.d), donde se establece el derecho a recibir libremente información veraz por cualquier medio de difusión, incluida la gran pantalla», defienden desde la Plataforma.
Así que, mediante un burofax, los Veteranos Legionarios han asegurado que «llegado el momento interpondrán todas las acciones legales oportunas en defensa de la verdad y del honor del Fundador de La Legión». Su objetivo es que el filme no se base en los trabajos del historiador Rabaté, al que consideran que ha extendido un bulo sobre la figura de Millán-Astray.
Fotografía del encuentro
Los Veteranos Legionarios aconsejan «filmar la despedida que hubo entre ambos aquel día a partir del único documento gráfico que recoge ese momento, la fotografía que consta en la edición del día siguiente, el 13 de octubre de 1936, en el Diario El Adelanto de Salamanca, donde se inmortaliza una despedida relajada y sonriente, así como en cuanto al relato de lo que allí se dijo, lo contenido en ese mismo Diario, donde los discursos que se transcriben son los más exactos y veraces, acreditando que si hubo una parte que aquel día hizo un exceso de apología y exaltación del Alzamiento y de la Guerra Civil no estuvo ni en Unamuno ni en Millán-Astray , que apenas hablaron, sino en la propia Universidad de Salamanca y sus profesores y catedráticos».

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