España yEstados Unidos ya no jugarán la esperadísima final del Mundial de baloncesto, después de que los anfitriones perdieran de forma inesperada en cuartos de final ante Francia. Los americanos, que ya están en la final tras batir a Lituania, han mostrado que tenían ganas de vencer a España para terminar con lo que ellos veían como una falta de respeto a sus capacidades. O al menos eso es lo que opina Kenneth Faried, uno de los jugadores más destacados del equipo estadounidense.
«Estoy decepcionado. Quería ganarles en su propio país», declaró Faried tras ganar la semifinal en Barcelona. El jugador de los Nuggets parecía visiblemente molesto con las comparaciones con la selección anfitriona. «Había mucho bombo en torno a España. Era algo arrogante, casi una falta de respeto hacia nosotros, que todo el mundo dijera que son mejores que nosotros, que no íbamos a poder con sus hombres grandes y todo el resto de cosas arrogantes».
«He estado mordiéndome la lengua con esto. Sentía que pese a que nosotros cumplíamos con nuestra labor en los partidos, vosotros (la prensa) seguíais didiciendo: “Oh, no vais a ganar a España”», añadió Faried. «España ni siquiera pudo ganar a Francia. Cuando España pueda enfrentarse a nosotros en la final, venid a hablar conmigo».
Otros, como Derrick Rose, también lamentaban la derrota de España, llamada a ser el máximo rival de Estados Unidos en el torneo. «Una de las razones por las que vinimos aquí era para jugar contra ellos. Una pena que no lo vayamos a hacer», dijo el base de los Bulls, que negó que fueran afortunados por evitar a España.
Su compañero de posición, Kyrie Irving, máximo anotador de Estados Unidos en la semifinal, habló en términos parecidos: «Obviamente, todo el mundo quería vernos jugar contra España, pero ya no a va sueceder. Así que estas preguntas pueden irse por la ventana», dijo el base de los Cavaliers. Estados Unidos se enfrentará el domingo en la final al ganador del Serbia-Francia que se disputa en Madrid hoy viernes a las 22.00 horas.