Críticas contra el «fachadismo» y la rebaja de la protección

La asociación Madrid, Ciudadanía y Patrimonio denuncia un nuevo ejercicio de «fachadismo» en el cambio normativo que ha aprobado el Ayuntamiento de Madrid y que «permitirá descatalogar y en parte destruir el Edificio España». Se refieren con ello a la modificación del Plan General de Urbanismo en este punto que fue aprobada el 30 de julio, y que rebaja el nivel de protección del edificio del «nivel 2 grado estructural» a «nivel 3 grado parcial» –tal y como informaba de forma favorable la Comisión Local de Patrimonio–, manteniendo como elemento de restauración obligatoria la fachada principal y parte de las laterales.

Los responsables de esta asociación –que recogió 40.000 firmas en contra del «vaciado» del Edificio España – critican que se abra el periodo de alegaciones sobre este plan «en plena canícula de agosto, con la mitad de los madrileños de vacaciones». Denuncian que «según para qué propietarios, las protecciones establecidas por el catálogo del Plan General sólo se mantienen en tanto no se prevean reformas que exijan derogarlas». Protestan porque sólo se proteja la fachada del edificio , negando «la relación entre su interior y la piel que lo reviste, como si diese lo mismo un animal vivo que otro disecado relleno de paja».

Se permitirá además, critican, «destruir la fachada y la volumetría de la parte trasera, mucho más interesante espacialmente que la delantera». Y el cambio de protección además, añaden, amenaza el «esqueleto» del edificio, olvidando que «el Edificio España fue en su día el rascacielos de hormigón armado más alto del mundo ».

Para la entidad Madrid, Ciudadanía y Patrimonio, es especialmente criticable que las administraciones municipal y autonómica «retiren o rebajen la protección a edificios emblemáticos como los afectados por la Operación Canalejas , el Palacio de la Música o este Edificio España, atendiendo exclusivamente a las exigencias coyunturales de sus dueños».

Por su parte, el Ayuntamiento defiende su modificación al asegurar que con ella «permitirá poner en valor el edificio, que actualmente se encuentra cerrado y deteriorándose por falta de uso desde hace años».

La Comisión Local de Patrimonio Histórico, reunida el pasado 11 de julio, no se ha pronunciado aún sobre la volumetría del edificio, dado que el propietario no ha presentado el proyecto concreto de lo que piensa hacer en él. «No existen elementos suficientes para valorar su imagen final, su relación con el entorno e impacto en el paisaje urbano», señalan los expertos, que esperarán al proyecto final para pronunciarse.