Cincuenta y un años de historia no han sido suficientes. El Colegio Mayor Universitario San Juan Evangelista –«El Johnny»– echó ayer el cierre ante la pasividad de la Universidad Complutense y el abandono de Unicaja, su concesionaria. Un cierre que acaba no solamente con una residencia universataria, que fue un referente durante la Transición, sino con su Club de Música y Jazz.
Las esperanzas de los colegiales y de la Fundación de excolegiales San Juan Evangelista se apagaban ayer cuando empleados de Unicaja acompañados de un notario procedían al inventario del centro para posteriormente cerrarlo. Dos guardias de seguridad custodian desde entonces «El Johnny». Una seguridad que no ha impedido que durante la noche hayan desaparecido cuatro carteles originales de los festivales del Club de Música –medalla de Oro al Mérito en las Bellas Artes en el 2011–, entre ellos el de Paco de Lucía y el de Mocedades, en lo que desde la Fundación califican del «comienzo del expolio».
Unicaja abandona
La Universidad Complutense aseguraba ayer no saber nada de la entrega de llaves y remitía a Unicaja toda responsabilidad. Una situación llamativa al estar adscrito el centro a la institución académica y a la que Unicaja solicitaría una indemnización de seis millones de euros.
Desde la entidad financiera aseguran que no han mantenido una posición de «silencio oficial», sino una comunicación constante con la Universidad, que en ningún momento, dicen, accedió a que Unicaja cediese la gestión a otra empresa.
Desde la entidad andaluza aseguran además que desconocen la existencia del auto judicial que establece que Unicaja sigue siendo la concesionaria y que debe cumplir con su responsabilidad como tal. «Se ha hecho todo de forma ordinaria» explican desde el banco, asegurando que dejan el colegio «en condiciones». Afirmaciones que contrastan con los expedientes urbanísticos abiertos por el Ayuntamiento de Madrid y que, según la Fundación, ascienden a reparaciones por seis millones de euros.
Respecto al futuro del Club de Música y Jazz, su coordinador general, Eduardo Santana, explicaba que varias salas míticas de la capital ya han ofrecido sus espacios para organizar conciertos y que «durante este año en el exilio» van a realizar actuaciones en la Complutense para mantener latente al espíritu de «El Johnny».
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