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ALCORCÓN

Un piso protegido en Alcorcón para el hermano de la portavoz del PSOE

Se escrituró con una fórmula inédita, diseñada por la edil socialista, que hacía prestamista al Ayuntamiento

Un piso protegido en Alcorcón para el hermano de la portavoz del PSOE abc

MARÍA ISABEL SERRANO

Un hermano de la concejal socialista de Alcorcón, Natalia de Andrés, que también es hoy la portavoz del Grupo Municipal del PSOE , tiene un piso de protección oficial en el Ensanche Sur de este municipio. El préstamo hipotecario de dicha vivienda está avalado por el Ayuntamiento, a través de su empresa pública Emgiasa, y a la postre por todos los vecinos de Alcorcón.

Esta «fórmula» de aval, prácticamente inédita en España, se denonima «condición resolutoria» y se acordó legalmente por el Consistorio durante la etapa del alcalde socialista Enrique Cascallana. De su equipo ya formaba parte Natalia de Andrés.

La «condición resolutoria» supone que Emgiasa asume no sólo el préstamo hipotecario de los adjudicatarios de las viviendas protegidas sino que también lo hace ante el riesgo de impago de las letras mensuales por parte de alguno de ellos.

Para acceder a este cómodo tipo de aval, diseñado por Cascallana y De Andrés, al peticionario del piso le tenían que haber denegado un préstamo bancario al uso. Para obtener una vivienda en el Ensanche Sur se presentaron unas 20.000 peticiones. Unos 5.000 solicitantes tuvieron que renunciar a ellas porque el banco les negó el crédito. A sólo 111 Emgiasa les ha «concedido» el peculiar aval.

De esos 111 agraciados, uno es el hermano de la actual edil socialista. Él aportó los documentos por los que dos entidades bancarias le denegaban el crédito hipotecario que había solicitado, según era preceptivo.

Los tiempos en este proceso resultan no poco llamativos. Las primeras viviendas de protección oficial en el Ensanche Sur comienzan a escriturarse en 2009. En mayo de ese año, el equipo de Cascallana aprueba la «condición resolutoria».

Un equipo en funciones

Tienen que pasar dos años para que el hermano de la edil socialista firme el contrato de compra. Lo hace el 13 de abril de 2011. En ese momento, Cascallana es el presidente de Emgiasa y Natalia de Andrés una de las consejeras de esta empresa pública de vivienda de Alcorcón. Además, ocurre en plena campaña electoral y a un mes de los comicios autonómicos y municipales de mayo, cuando las urnas decidieron que los socialistas dejaran de gobernar en Alcorcón y que el PP asumiera el mando de la mano de David Pérez.

En menos de dos meses —el 7 de junio de 2011—, el familiar de Natalia de Andrés ya está firmando la escritura de compraventa de su piso que incluye la cláusula de «asunción de deuda y condición resolutoria». Ese 7 de junio de 2011 Cascallana ya había perdido las elecciones, era alcalde en funciones (como todo su equipo), y sólo faltaban cuatro días para que el PP tomara posesión del Ayuntamiento.

El hermano de De Andrés obtuvo, como queda reflejado, su vivienda y sus escrituras en un tiempo récord: dos meses. Resulta curioso porque otros compradores del Ensanche Sur tardaron mucho más desde que firman el contrato —una vez adjudicado el piso de protección oficial—, hasta que rubrican su escritura con ese aval tan especial que incluye de «condición resolutoria». Un retraso de años.

Ventajas y tranquilidad

Hay ejemplos de esa espera. De los 111 casos que se benefician del cómodo aval diseñado por los socialistas, un comprador de la fase 2 firma el contrato de compra el 1 de marzo de 2007 y hasta el 8 de marzo de 2011 no rubrica la escritura. En otro caso, el comprador espera desde el 11 de marzo de 2007 hasta el 7 de junio de 2011, el mismo día en que firma el hermano de Natalia de Andrés. Tres años aguarda un comprador de la fase 3: desde el 11 de marzo de 2008 hasta el 10 de junio de 2011, también con un equipo de gobierno municipal en funciones.

La «condición resolutoria» de Cascallana estipula que Emgiasa «estará facultada para pagar cualquier cantidad vencida derivada del préstamo , aun cuando el comprador no la haya ingresado puntualmente en la cuenta de la parte vendedora», según consta en una de las escrituras a las que ha tenido acceso ABC.

Con esta peculiar forma de aval, el comprador de la vivienda oficial adquiere su piso en condiciones más ventajosas que el resto de los adjudicatarios, se evita trámites bancarios y el coste de suscribir un préstamo hipotecario al uso. Y todo ello sin olvidar la tranquilidad de que le avala el Ayuntamiento. Hay 44 casos con «condición resolutoria» que tienen una o varias letras sin abonar.

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