El «Tío Pepe» ya brilla en la Puerta del Sol
El luminoso se ha instalado de madrugada en el número 11 de la emblemática plaza madrileña

Con los primeros rayos de luz, si pasan por la Puerta del Sol verán al «Tío Pepe» y su guitarra volviendo a dominar el techo de la emblemática plaza. Reluciente. Renovado . Ha regresado tras tres años recuperándose de las heridas del tiempo. Esta vez, y por muchos años, el caballero andaluz ha cambiado de emplazamiento. Se instala en el 11, frente a la Real Casa de Correos. A este inquilino se le acabó el arrendamiento en el 1, el edificio del que fuera el Hotel París, tras su adquisición por Apple.
Los 32 metros de largo del letrero por los 9 de alto no necesitarán volver a restaurarse, por lo menos en los próximos 80 años, según la empresa mantenedora que se encargó de su lavado de cara, rótulos Spoluz. González Byass , la propietaria, ha preferido no responder a las preguntas técnicas y económicas sobre el nuevo letrero.
Durante la medianoche y la madrugada de este martes, varios operarios se encargaron de su colocación con la ayuda de una grúa. Se eligió esta hora para evitar contratiempos en un lugar tan concurrido de gente. La labor les llevó varias horas a los especialistas. Y todo pese a que la estructura metálica que soporta al «Tío Pepe» ya estaba preparada en la azotea desde finales del mes de marzo para su aterrizaje. De hecho se esperaba que se inaugurara a mediados de mayo.
Lo último en instalarse fueron los neones, limpiados y nuevamente recargados. Esta tarea fue la que más cuidado exigió anoche por la fragilidad del material. También se han cambiado los electrodos y se ha renovado la instalación eléctrica de los mismos.
Piezas originales
Todas las piezas que vuelven a brillar en Sol son las originales de este letrero protegido por el Ayuntamiento de Madrid. La exigencia del guión por la normativa municipal no permite que sean sustituidas por otras nuevas. Es de los pocos anuncios luminosos que permanecen en la capital —junto al de Schweppes—. Las letras, del año 50, estaban especialmente deterioradas. La fase final de restauración, tal y como ya informó este diario, duró más de tres meses. Fue la más complicada. Se tuvo que recurrir a técnicas antiguas de remachado y estañado, artesanía que ya estaban completamente en desuso, informó Spoluz.
El Tío Pepe de las bodegas jerezanas ya está aquí. Y esta noche, tras tres años apagado, volverán a lucir en Madrid su blanco, rojo y verde.
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