De cine histórico a centro gourmet
Sobre la antigua sala Carlos III, abre este otoño un nuevo espacio que une la gastronomía en todas sus facetas con música, cine, compras o eventos
Comer, cenar o desayunar platos de cualquier parte del mundo, escuchando música en directo, o mientras se asiste a la presentación de un producto, a una función de microteatro. O llevarse comida preparada para casa, o algún capricho gourmet. Todo esto, y mucho más, será posible a partir del otoño próximo en Platea Madrid, el espacio que durante años ocuparon el cine Carlos III y la discoteca Cleofás, y que ahora está en pleno proceso de transformación para convertirse en un espacio novedoso dedicado a la gastronomía, el ocio y todo tipo de eventos.
La iniciativa ha partido del Grupo Tritón Capital, con capital cien por cien español. Llevan un año de obras en el interior del antiguo cine, respetando toda su estructura y elementos protegidos, pero convirtiéndolo en otra cosa. Algo que, hasta ahora, no tiene parangón.
La directora general de Platea, Keka Beorlegui, lo define como «una revolución en el ocio gastronómico». Y es que en Platea se podrá desayunar, comer y cenar a cualquier hora, entre las 9 de la mañana y las 2.30 de la madrugada. Y se podrá degustar cualquier tipo de comida. Y con cualquier presupuesto: desde las tapas rápidas en una barra, a una mesa en un restaurante con una estrella Michelín.
En las entrañas del cine
Las entrañas del antiguo cine son ahora un hervidero de operarios que trabajan denodadamente para reformar esos 9.000 metros cuadrados de superficie, en varias plantas, y adaptarlo a sus nuevas funciones sin alterar su esencia de antiguo cine.
Situado en plena «milla de oro», junto a la calle Serrano y el inicio del eje Prado-Recoletos, Platea Madrid se presenta como un espacio multiuso para todo lo relacionado con la comida: desde su venta -de productos gourmets-, a su consumo en cualquier variedad -dulce, salado, caliente, pinchos, en barra, en mesa, de cuchara...-, o los «shows cookings»-, en maridaje con música en directo, microteatro, humor, presentaciones de productos, grandes eventos, festivales de cine, etcétera.
Así es como está planteada Platea Madrid: en la parte inferior, la antigua sala de fiestas Cleofás, 348 metros cuadrados dedicados al espacio caliente, con una oferta informal de cocina nacional e internacional, bodega, pinchos, tapas y tiendas gourmets.
Espacio dulce
En el escenario del antiguo cine, habrá un espacio para eventos y presentaciones, clases de cocina y también zona VIP. Y en el antiguo primer anfiteatro, un restaurante de una estrella Michelín. Los otros dos anfiteatros albergarán el espacio «El Paraíso», donde comer algo y tomar una copa, y que abrirá hasta las 2.30 horas.
Además, está la zona «Platea en dulce», dedicada en exclusiva al mundo de los golosos: pastelería, zumos, helados ... No faltará un espacio para el menaje del hogar, así como otras áreas para cenas privadas, catas o talleres.
Inversión de 60 millones
Está previsto que las obras finalicen este verano, y el centro abra en otoño, después de una inversión de 60 millones de euros. Las previsiones de sus responsables apuntan a una clientela diaria de 3.500 personas, entre las que están no sólo los usuarios locales, sino también mucho turismo, tanto nacional como internacional, que encontrarán aquí no sólo cualquier tipo de oferta culinaria que les pueda apetecer, sino también los horarios que se adapten a sus propios gustos.
«Es -explica Keka Beorlegui-, una forma diferente de entender la ciudad: juntar buena gastronomía con ocio. Infinitas posibilidades de comer, un modelo de negocio innovador en Europa». Lo define como «una experiencia a medida: qué quieres comer, con qué presupuesto y en cuánto tiempo».
El proyecto comenzó a gestarse en 2008. Como el antiguo cine es un edificio con protección, y además en el mismo edificio hay varios bloques de viviendas, la tramitación de licencias y permisos tomó su tiempo, hasta que finalmente la consiguieron en febrero de 2012. Desde entonces, se desarrollan las obras, que además de consolidar los antiguos espacios, dan comunicación visual al cine con la antigua sala de fiestas, y permiten que desde cualquier punto de Platea pueda verse el resto del lugar.
Quinientos puestos de trabajo
Las paredes serán cubiertas con madera, y su iluminación sea realizará a través de leds, que además permitirán cambiar su configuración para adaptarla a los distintos ambientes. Los espacios se alquilarán después para diferentes usos. Los promotores de Platea calculan que generarán, una vez en marcha, 500 puestos de trabajo directos.
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