Los dos hijos de la mujer detenida vivieron cinco días con un rehén sin saberlo

Isabel Martínez Silva no quería que su hijo, que todavía no alcanza los veinte años, se enterase de que iba a ser detenida. No solo ella, también sus padres —un matrimonio de septuagenarios propietario de la vivienda de Xar, en Lalín—, su novio y un vecino de la zona cuya identidad se desconoce. Isabel llamó a su hijo mayor mientras éste trabajaba —es empleado de un restaurante cercano y acostumbra terminar su turno al filo de las 4.00 de la madrugada— para pedirle que esa noche no regresase a la casa de los abuelos porque estaba la Guardia Civil, según cuentan fuentes cercanas a ABC.

Pero el joven, que no se imaginaba tal escena, subió hasta la última casa de Xar cuando finalizó sus labores. Allí descubrió el operativo llevado a cabo por los agentes y, entre extrañado y conmocionado, preguntó qué había pasado. Se enteró así de lo que se estuvo perpetrando en su casa durante los últimos cinco días , sin que él ni su hermano —un menor de 14 años puesto bajo custodia de su padre— se percatasen de nada, según sostienen los investigadores, que no los arrestaron.

Peor suerte corrieron sus abuelos, su madre, el novio de ésta y un vecino (los dos sexagenarios), apresados ya en la vivienda en donde mantenían retenido al empresario de Cambre desde el sábado día 18 en pésimas condiciones. Tras ellos detuvieron, ya en la localidad de Melide, al hermano de la pareja de Isabel —ambos presuntos «cabecillas» del secuestro y con antecedentes delictivos, incluso penales— y al hijo de éste cuando intentaban darse a la fuga en un vehículo.

A disposición judicial

Los siete detenidos permanecen en el cuartel de Lonzas , en La Coruña, a la espera de que hoy, previsiblemente, pasen a disposición judicial. Todos ellos tendrán que declarar ante el juez de instrucción de Betanzos, el partido judicial donde se cometieron los supuestos hechos delictivos, dado que el empresario fue engañado y raptado en un bosque de Aranga.