Lugo admite el pago de la comida a 288 sindicalistas, pero revisa las facturas
El portavoz de la Diputación y el secretario de UGT en Lugo defienden la legalidad de pagar festines con cargo al erario

Pese a la aparente normalidad con la que Manuel Martínez, portavoz socialista del gobierno bipartito en la Diputación de Lugo, y Ángel Tomé, secretario provincial de la Unión General de Trabajadores (UGT), admitían este viernes el pago de la comida a 288 sindicalistas , la tensión se instalaba entre los muros de San Marcos número 8. La información a la que tuvo acceso ABC y que venía a confirmar que se cargaron a las arcas provinciales facturas por un importe total de 7.338,97 euros en concepto de gastos derivados de la organización de dos congresos del sindicato afín al PSOE, puso en alerta a más de un funcionario por orden de los órganos de gobierno. Según pudo saber ABC, no faltaron movimientos internos para ratificar la legalidad del proceso mediante la revisión de las facturas correspondientes.
La noticia de que 150 miembros de UGT Costa Lucense y 138 sindicalistas de FSP-UGT Lugo se dieron un festín pagado por los vecinos de la provincia —de 3.750,45 euros los primeros y 3.588,52 los segundos—, no tardó en incendiar las redes sociales. Especialmente llamativo era el tuit de @PSOEMoana que apuntaba que «de ser verídica la información, debe aclarar YA (por Besteiro) este exclusivo gasto en un momento donde tanta gente no tiene nada».
Tomé era el primero en justificar las subvenciones recibidas de la Diputación provincial para celebrar dos citas congresuales en 2013, en referencia a la información publicada por este diario, al considerar que «es igual de legal éste y todos los años que hubo congresos». Precisamente, en la primera de las citas fue él quien salió elegido secretario provincial del sindicato; en la segunda, la de su federación de Servicios Públicos, Eliseo Rivas.
En dos decretos, fechados el primero el 19 de diciembre y el segundo el día 30, a los que tuvo acceso ABC, el departamento del socialista José Ramón Gómez Besteiro reconoce el importe emitido por el Hotel Torre de Núñez y autoriza el pago por un total de 7.338,97 euros al restaurante. Una partida cuyo concepto tiene difícil encaje en la Ley de Subvenciones de las Administraciones públicas, que en ningún caso contempla el supuesto descrito en la otorgada.
Según Tomé, tras pedir la ayuda, «se concede como se concedió siempre, en todos los congresos que se hicieron, para la UGT, para más organizaciones sindicales y no sindicales, también sociales, y se piden a organismos públicos, a las diputaciones, ayuntamientos y Xunta». Extremo que también coincidía en reseñar Martínez desde el pazo provincial, pero que, no obstante, desmentían a ABC fuentes de otros sindicatos y organismos consultados, que negaron rotundamente que hubieran o les hubieran pagado comida alguna con cargo al erario público.
Y después de que el coordinador de los diputados y senadores gallegos del PSdeG, Guillermo Meijón, lograse esquivar la polémica aludiendo a la transparencia de la Diputación de Lugo al ser preguntado por el gasto en las comilonas de UGT, era el portavoz del Gobierno provincial el encargado de dar la cara.
Ajustada a derecho
En clara sintonía con Tomé, Martínez defendió la legalidad de sufragar comidas con cargo al erario público, que justificó como gasto de organización de sendos congresos celebrados en la provincia. Según dijo, la institución provincial cumplió «escrupulosamente con la ley en lo que se refiere a la colaboración económica con el sindicato UGT».
En cuanto a la reclamación de explicaciones, no tendrá que esperar mucho el PP para recibirlas. Será en la próxima sesión plenaria, tal y como señaló ayer Martínez, cuando el bipartito lucense explique el pago directo desde la institución al restaurante Torre de Núñez de facturas por importe de 7.338,97 euros (autorizadas el 19 y 30 de diciembre de 2013).
Una autorización genérica que firma el gabinete de José Ramón Gómez Besteiro, titular de la Diputación de Lugo y secretario general de los socialistas gallegos, por un concepto indeterminado. Literalmente figuran «gastos de cooperación o auxilio de administraciones públicas, así como asociaciones calificadas sin ánimo de lucro, del sector terciario y otros». «Una especie de cajón desastre», según las fuentes consultadas.
Un comportamiento que desde la oposición en el pazo no ven justificable. En palabras de la portavoz del grupo provincial del Partido Popular, Elena Candia, «no debería ser común que la Diputación asuma directamente gastos en los que ha incurrido un sindicato, y menos cuando parece que las facturas son exclusivamente de comidas». Al respecto, la represente del PP opina que la forma de proceder en el caso de estas dos facturas «merece como mínimo una explicación».
Indignación en el pazo
Explicación que, según ha podido saber ABC, también les gustaría tener a un nutrido grupo de funcionarios que ayer leían indignados como se autoriza el pago de comidas a UGT que a ellos les niegan. Entienden que en época de crisis hay otras prioridades, y así asumen que la institución provincial anulase la partida que, anualmente, se destinaba a la cita del personal con motivo de la patrona Santa Rita, pero señalan que «para todos, o para ninguno».
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