LOS EFECTOS DEL FIN DE LA DOCTRINA PAROT
«La gente de Alcàsser no piensa en Ricart»
Los familiares de las víctimas del crimen de Alcàsser se declaran faltos de fuerzas; los vecinos prefieren no recordar ante la posible excarcelación del único condenado por el caso

a pequeña localidad valenciana de Alcàsser se vio sacudida en noviembre de 1992 por un suceso que conmocionó al país entero y con el que quedaría vinculada inevitablemente varias décadas. Más de veinte años después del asesinato de Miriam, Toñi y Desirée, el único condenado por el triple crimen puede tener los días contados en la cárcel tras la resolución del Tribunal Europeo de Derechos Humanos sobre la «doctrina Parot» , cuya aplicación iba a posponer su salida a 2023.
La posible excarcelación de Miguel Ricart, que se deliberará la próxima semana por la Audiencia Provincial de Valencia , reabre las heridas (aunque nunca se han cerrado) de los familiares de las niñas. «La verdad es que estoy muy baja de moral, no tengo fuerzas para hablar de este tema», comenta Rosa Folch , madre de Desirée, a ABC. Recientemente, en una concentración de víctimas, afirmó que Ricart «no debería tener derecho a salir, porque ha hecho mucho daño y mi hija y sus amigas no han salido de donde están desde hace años».
El dolor es compartido por Fernando Gómez , padre de Toñi, quien ya aseguró a este periódico que «es lo peor» que les podría haber pasado. «¿Cómo vamos a soportar que ese canalla salga ahora de la cárcel?» , se pregunta.
Mientras, los vecinos reniegan de esta probabilidad . Aunque «El Rubio» podría volver a la localidad cuando esté libre al no existir orden de alejamiento, los residentes de Alcàsser no piensan en que sea capaz de hacerlo, pero dejan claro que «aquí no se le quiere». Prefieren no recordar y pasar página de un suceso que ahora vuelve a ocupar sus conversaciones.
Aunque el crimen marcó a una generación, el psicólogo municipal del Ayuntamiento de Alcàsser, José Gil (quien se mantiene en este puesto desde 1980), asegura que la gente «vive tranquila sin pensar si Ricart puede venir o no» .
Gil recuerda que en las fechas que siguieron al crimen se generó una sensación de temor los primeros días. Además, se produjeron fobias entre las amigas de las niñas y ficciones entre los habitantes debido a los detalles escabrosos que se publicaron de un suceso del que ahora ya nadie quiere hablar.
Noticias relacionadas
Esta funcionalidad es sólo para suscriptores
Suscribete
Esta funcionalidad es sólo para suscriptores
Suscribete