arqueología
Las obras del colector de Poblete sacan a la luz restos de la época de los íberos
La excavación de Acuasur destapa objetos que están siendo estudiados en la Dirección de Cultura
Las obras del nuevo colector que unirá Poblete con la Estación de Depuración Aguas Residuales (EDAR) de Ciudad Real han sacado a la luz restos de la época ibérica. Fuentes de la dirección de la obra han explicado a este periódico que los hallazgos encontrados en la zona han sido trasladados a Toledo para estudiar con exactitud la época a la que corresponden dichos objetos , aunque todo parece indicar que pertenecen a la cultura ibérica.
El colector de aguas residuales, que está construyendo Aguas de la Cuenca del Sur (Acuasur), está proyectado muy cerca del Parque Arqueológico de Alarcos de Ciudad Real, lo que ha provocado que el seguimiento de la obra por parte de la Dirección de Cultura de la Junta de Comunidades sea aún «más intenso».
De momento, y según han confirmado la dirección facultativa, la obra sigue su curso pero pendientes aún de conocer el valor de los hallazgos que están siendo catalogados por parte de los arqueólogos del parque de Alarcos.
Alarcos, situado en la margen izquierda del río Guadiana y a escasos kilómetros de la capital, fue ocupado por el hombre desde la Edad del Bronce Pleno, siendo la época ibérica y la Edad Media las dos etapas más esplendorosas de este enclave, hoy convertido en yacimiento arqueológico. Desde 1984, se desarrollan excavaciones arqueológicas que han sacado a la luz parte de la ciudad ibérica, el perímetro exterior del castillo y gran parte de la muralla medieval, donde se halló una fosa común con restos de la batalla que en 1195 enfrentó a musulmanes y cristianos.
El cerro de Alarcos constituye uno de los yacimientos más importantes de la región, no sólo por sus más de 22 héctareas, intramuros, sino también por los restos encuentrados de la época ibérica y medieval. Los diferentes vestigios arqueólogicos de Alarcos evidencian la presencia y ocupación del hombre desde la Edad del Broce hasta la Edad Media , con un largo periodo de despoblación en las épocas romana y visigoda.
Según la información recogida del propio Parque Arqueológico de Alarcos, la cultura ibérica oretana está plenamente asentada a finales del siglo VI a.C en un oppidum (cerro, en latín). En este lugar se ha generalizado el uso de la cerámica a torno y de la metalurgia del hierro y la población va en aumento, de manera que espacios antes destinados a necrópolis, son colonizados por las viviendas, como ocurre en el llamado barrio ibérico, como se aprecia en una de las fotos. La ciudad ibérica se extiende por todo el cerro de Alarcos, pero es en el donde ibérico donde las excavaciones han puesto al descubierto el entramado urbano .
Los restos, en cambio, encontrados a raíz de la obra del colector se encuentran fuera del perímetro del cerro de Alarcos, aunque por su cercanía pueden considerarse, en caso de confirmarse, un hallazgo importante por las características de los mismos.
Además del barrio, el cerro alberga en la parte oeste una serie de estructuras monumentales, asociadas a materiales arqueológicos relacionados con un espacio sagrado utilizado desde el s.VII-VIa.C. hasta el s. I d.C. Y en el lado sur, se localiza una necrópolis de donde proceden las esculturas zoomorfas, que corresponden al momento de máximo esplendor.
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