Fernando Clavijo, el nuevo hombre fuerte de Coalición Canaria

Con la elección de Fernando Clavijo se acaba una época en Coalición Canaria (CC), la que lideró Paulino Rivero, marcada por un estilo personalista que contrastaba con la historia de esta formación regionalista isleña, que siempre había sido una obra coral, un conjunto de intereses dispersos en varias islas que un día se articularon para alcanzar el poder.

La emergencia de Clavijo se produce de forma ascendente y a un ritmo acelerado desde que en noviembre de 2008 alcanzase la Alcaldía de San Cristóbal de La Laguna, tras la dimisión de Ana Oramas, que anunciaba que a partir de entonces se dedicaría en exclusiva a su labor en el Congreso de los Diputados.

Ha sido Oramas la madrina política de este relativamente joven (43 años) economista tinerfeño. De su mano llegó a La Laguna, donde tuvo a su cargo áreas sensibles como la de Urbanismo, con la confección del plan general de ordenación como tarea principal, y le tocó gobernar desde 2011 en un inimaginable pacto con el PSOE, partido que en Tenerife ha sido el rival histórico de CC.

Clavijo, casado y con dos hijas, ha residido siempre en el municipio del que es alcalde, e incluso hasta hace pocos meses declaraba a quien quisera escucharle que aspiraba a la reelección en 2015. Pero en medio de su proyecto se cruzó esta candidatura a la Presidencia de Gobierno autonómica, surgida en el momento en que los críticos hacia la gestión de Paulino Rivero —especialmente, los de las islas de Fuerteventura y Lanzarote— mostraron su preferencia hacia él y no hacia Oramas, que hasta ese momento era la cara de la renovación dentro de CC.

Por delante tiene Clavijo la difícil tarea de recuperar un electorado que le ha sido siempre menguante a CC en las cinco últimas citas electorales y de reorganizar un partido que se había acostumbrado demasiado a girar en torno a Paulino Rivero y su reducidísimo grupo de confianza.