Trump cancela su cumbre con Putin y enfría cualquier avance de paz en Ucrania
Los republicanos aseguran que tienen sanciones al Kremlin listas, pero dependen de la Casa Blanca
Trump acuerda reunirse con Putin en Budapest tras una conversación de más de dos horas
Corresponsal en Washington
Donald Trump ha suspendido el plan de reunirse con Vladímir Putin en Budapest, según confirmó un funcionario estadounidense a ABC. El encuentro había sido anunciado la semana pasada y debía celebrarse en breve, pero quedó en pausa tras una llamada este martes entre ... el secretario de Estado, Marco Rubio, el ministro ruso de Exteriores, Serguéi Lavrov.
La decisión alivia a varios líderes europeos que rechazan cualquier negociación que implique ceder territorio ucraniano a cambio de paz, más cuando se celebraba en un país, como es Hungría, cuyo presidente, Viktor Orbán, es un firme aliado de Moscú. Estos gobiernos avanzan además en el uso de activos rusos congelados para financiar a Ucrania en la guerra.
Trump no ha comentado públicamente el aplazamiento, sino que lo hizo un funcionario de la Casa Blanca que informó de que, tras el contacto entre Rubio y Lavrov, ya no es necesario avanzar en las negociaciones directas entre jefes de Estado, al menos de momento. «No está en la agenda», dijo sobre una reunión entre Trump y Putin.
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El Kremlin señaló que sería necesaria una «preparación seria» antes de otra reunión. Trump y Putin se vieron por última vez en Alaska en agosto. Aquello dio lugar a la propuesta de una cumbre entre Putin y el ucraniano Volodímir Zelenski, que no se llegó a materializar. Zelenski busca reforzar su posición pidiendo misiles Tomahawk. Afirma que solo la presión hará avanzar la negociación y que Moscú volvió al diálogo cuando creyó posible ese suministro. Así se lo expresó a Trump en una visita a la Casa Blanca, la tercera en lo que va de año. Tras aquel encuentro se ha filtrado que hubo tensión a puerta cerrada, después de que Zelenski le mostrara al presidente norteamericano mapas con qué objetivos rusos podría atacar con misiles de largo alcance Tomahawk. De momento, Trump se ha negado a autorizar la entrega.
La postura de Trump ha fluctuado: primero presionó a Kiev para aceptar concesiones; después sugirió que Ucrania podía recuperar todo el territorio; y más recientemente pidió congelar la línea del frente «donde está». El domingo dijo que el Donbás debería «cortarse» dejando la mayor parte bajo control ruso.
Ucrania y varios gobiernos europeos temen que un alto el fuego sobre la línea actual consolide la ocupación y facilite futuros ataques rusos. Esta semana continúan las gestiones diplomáticas y la UE prevé discutir nuevas sanciones. El viernes se reunirá en Londres la llamada Coalición de los Voluntarios, con 35 países.
Una paz a medida
En la Casa Blanca, los republicanos dijeron este martes, tras una comida con el presidente, que están dispuestos a aprobar nuevas sanciones al Kremlin cuando Trump se lo solicite. El líder de la mayoría, el senador John Thune, dejó claro que el calendario de sanciones está vinculado a la estrategia diplomática: «Queremos ponerlo en el pleno cuando la Casa Blanca crea que es útil para que se sienten a la mesa y afronten el tema». Añadió que el proyecto «tiene 85 copatrocinadores, republicanos y demócratas», y que su bancada quiere «hacer todo lo posible para apoyar al presidente, a su equipo y a nuestros aliados para poner fin al derramamiento de sangre y avanzar hacia la paz».
Rusia ha dejado claro que no acepta un alto el fuego inmediato y que solo está dispuesta a una paz en sus propios términos. Lavrov dijo que «no hay marcha atrás», y rechazó detener los combates porque, según él, eso «solo significaría que una gran parte de Ucrania permanecería bajo el dominio del régimen nazi».
Moscú sostiene que la cita aún no estaba formalmente cerrada y culpa a Occidente de filtrar que se posponía por su «intransigencia». El Kremlin hace ver que sigue comprometido con los entendimientos alcanzados en Alaska y en las conversaciones directas con Trump, pero rechaza cualquier gesto previo de desescalada. La tensión se agrava con Europa, donde Polonia ha advertido de que no puede garantizar el paso seguro del avión de Putin por su espacio aéreo, y Bruselas trabaja en un plan alternativo que contempla concesiones territoriales, levantamiento de sanciones y garantías de seguridad supervisadas.
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