Maduro amenaza de nuevo con la cartilla de racionamiento
El modelo cubano en versión electrónica podría implantarse a finales de año en Venezuela

A su regreso de Cuba, donde se reunió con Fidel Castro , el presidente Nicolás Maduro lanzó una serie de medidas y amenazas para tratar de frenar el contrabando y el desabastecimiento crónico que sufre Venezuela. Maduro ha ordenado la puesta en marcha de un sistema de control biométrico para racionar la venta de alimentos escasos. Un método «captahuellas» al más puro estilo cubano que ha desatado las críticas de los consumidores. Al mismo tiempo, el mandatario bolivariano amenaza con tomar los supermercados «responsables» de las largas colas.
Maduro anunció que «está ya dada la orden para que a través de los ministros de Economía y de la Superintendencia de precios se proceda al establecimiento del sistema biométrico en todos los establecimientos y redes de las cadenas distribuidoras y comerciales». El sistema «captahuellas» para comprar alimentos escasos estaría listo a finales de año. Los venezolanos han comparado este sistema digital de control con la cartilla de racionamiento cubana. Lo sorprendente es que el propio Maduro rechazó la tarjeta electrónica el año pasado y ahora está dispuesto a implantar la máquina «captahuellas».
Más corrupción
El excandidato presidencial Henrique Capriles advierte de que habrá más corrupción: «Lejos de resolver la crisis que está golpeando a todos los venezolanos, la instalación de este sistema será un negocio y llenará los bolsillos a los que instalen las maquinitas. Eso lo que traerá es un desabastecimiento seguro para el pueblo».
Roberto León Parilli, presidente de la Alianza Nacional de Usuarios y Consumidores (Anauco), señaló por su parte que el problema es el desabastecimiento y la falta de producción, y que no se resolverá con el racionamiento. «El Estado tiene que prevenir el contrabando, sancionar y combatir el delito, pero no a costa de los derechos de los ciudadanos», declaró.
Luis Vicente León, presidente de la firma de encuestas Datanálisis, considera que el racionamiento es «una vejación a la calidad de vida de los venezolanos sin retribución en la mejora de la situación macroeconómica del país. El sistema biométrico anunciado por el Gobierno es, en realidad, un mecanismo de limitación y racionamiento de compras que no sólo no cumplirá la función para la que se establece, sino que agregará distorsiones y estímulos a las actividades subterráneas».
Por otro lado, el superintendente Nacional de Precios Justos, Andrés Eloy Méndez, amenazó con tomar los supermercados con largas colas. «Si nos toca tomar una medida de ocupación para demostrar que con eficiencia las colas no son necesarias, lo vamos a hacer. La ley nos ampara», dijo.
Méndez puso ayer una multa de 2.540.000 bolívares (403.174 euros) a la cadena de hipermercados Makro de La Yaguara en Caracas por no habilitar todas las cajas de pago. «Supervisamos 76 supermercados y el 42% tenía menos de la mitad de las cajas abiertas, hay conspiración», dijo. El Gobierno envió ayer a soldados de la Guardia Nacional armados para intentar poner orden en el Makro multado por la trifulca que surgió entre consumidores que se peleaban por aceite y leche.
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