Los alcaldes del PP plantan a la Xunta hasta que se disculpe por acusarles de no colaborar en los incendios
Crisis política y ruptura institucional. Las declaraciones en las que el vicepresidente de la Xunta, Anxo Quintana, denunciaba la falta de colaboración de los ayuntamientos del PP en la lucha contra

Crisis política y ruptura institucional. Las declaraciones en las que el vicepresidente de la Xunta, Anxo Quintana, denunciaba la falta de colaboración de los ayuntamientos del PP en la lucha contra la ola de fuegos del «agosto negro» han quebrado las vías de colaboración del Gobierno gallego con los municipios. Los conselleiros de Medio Rural y Presidencia del Ejecutivo autónomo, Alfredo Suárez Canal y José Luis Méndez Romeu, respectivamente, se quedaron ayer sólo con 14 de los 43 alcaldes convocados para analizar la política futura de lucha contra los incendios forestales.
Ya fue una mala señal la escasa asistencia inicial al encuentro -sólo 26 de los 43 ayuntamientos de La Coruña y Lugo convocados-, pero la situación empeoró cuando los ediles de Noia, Ponteceso, Miño, Luosame, Melide, Curtis, A Laracha, Boqueixón, Padrón, A Baña, Fisterra y Ares- abandonaron la reunión al no conseguir las disculpas solicitadas. Después, por la tarde los regidores convocados de las provincias de Pontevedra y Orense emularon a sus compañeros y abandonaron el encuentro.
Rectificación pública
El regidor de Boqueixón, Adolfo Gacio Vázquez, leyó un manifiesto en el que aseguró que «pedimos que se disculpen por las manifestaciones de estos días y las acusaciones a los alcaldes del PP por ser causantes de los incendios». El texto subraya que «ningún alcalde quiere que su monte se queme ni que sus vecinos sufran incendios como este verano», en el que sin embargo precisa que los servicios de extinción no se enfrentaron a una guerra -la terminología bélica ha presidido los comentarios de los responsables de la Xunta-, «porque otros años hubo más incendios y menos cantidad de monte quemado».
«Ya está bien. Tienen que ser responsables con sus hechos y tienen que gobernar para todos los gallegos», puntualizó Gacio Vázquez, que precisó que «defendemos la total y absoluta colaboración con la Administración autonómica. Estamos dispuestos a cooperar, pero no se nos puede insultar ni acusar continuamente de ser los causantes de los incendios. El edil popular recriminó a la Xunta que siguiese una reunión en la que no estaban presentes la mayor parte de los ayuntamientos afectados por los incendios.
El titular de Medio Rural del bipatito negó la mayor al desmentir que su jefe de filas hubiera insultado a los alcaldes del PP. El nacionalista Alfredo Suárez Canal justificó los comentarios de Quintana, quien había precisado que hubo alcaldes del PP «que pusieron obstáculos a la lucha contra el fuego», al enmarcarlos en la polémica política por las consecuencias de los incendios.
«El Gobierno gallego no insultó a ningún alcalde», aclaró el responsable de Medio Rural, para argumentar que «valoraciones sobre el comportamiento de todos en esta catástrofe las hicieron todos y, en muchos casos, en ámbitos polémicos». Suárez Canal afirmó que «el ámbito de la reunión es el trabajo y no la polémica política» y lamentó que un encuentro institucional para plantear necesidades y aportaciones con el fin de diseñar una nueva estrategia en materia de incendios se vea atravesado por una polémica política.
Una polémica en la que se evidenciaron diferentes criterios en las dos alas del bipartito. El portavoz nacionalista en el Parlamento gallego concretaba las denuncias del vicepresidente de la Xunta al insistir en que sí hubo alcaldes del PP con competencias en materia de bomberos y Protección Civil «que no sacaron las motobombas del garaje», y aprovechó para introducir a la Diputación de Pontevedra en la polémica, quizás para sustentar la intención del BNG de suprimir estas corporaciones en el nuevo Estatuto de Autonomía.
Pero no parece compartir el PSOE las críticas de sus socios nacionalistas. El titular del departamento de la Presidencia no dudó en reiterar, al término de la polémica reunión, que «hubo una respuesta muy positiva en el mundo local» ante la crisis. En este sentido, el socialista Méndez Romeu destacó el papel de las grandes ciudades frente a los fuegos y de los pequeños y medianos municipios, «en los que los alcaldes estuvieron en primera línea, coordinando efectivos», y reconoció que «fue una experiencia muy buena de coordinación de instituciones y con otras autonomías de la que se extrae una lección de solidaridad, coordinación y mejora de efectivos».
Comentarios conciliatorios en la línea de los del presidente de la Federación Gallega de Municipios y Provincias (Fegamp), Xosé Crespo, quien abogó por la sensatez y no por «la pasión partidista que hace a Galicia más vulnerable» y reiteró su oferta al presidente de la Xunta, Emilio Pérez Touriño, y el propio titular de Medio Rural para «articular un dispositivo en tiempo y forma, no sólo de extinción, sino también de prevención».
Quien siembra vientos
Por su parte, el parlamentario del PP, Aurelio Miras Portugal, advirtió al Ejecutivo autónomo que «quien siembra vientos recoge tempestades» para justificar el abandono de los alcaldes de su partido. El que fuera conselleiro de Emigración en el último gabinete de Manuel Fraga reprochó a la Xunta la tensión que ha provocado con los alcaldes y censuró «el lenguaje propio de mundos oscuros» que a su juicio ha utilizado el BNG.
Por su parte, el ex conselleiro de Medio Ambiente, Xosé Manuel Barreiro, reiteró la imprevisión, impovisación y descoordinación que en su opinión ha presidido la actuación de la Xunta en el «agosto negro» en una gestión que definió como «difícil de calificar». Barreiro tildó de «deplorables» las críticas a los alcaldes del PP, para puntualizar que «la crisis de los incendios no fue a más gracias, en buena parte, al esfuerzo de los alcaldes del PP, que son mayoritarios en la Comunidad y que pusieron todos los medios para impedir el avance de los incendios».
Barreiro acusó a la Xunta de intentar eludir sus responsabilidades «en la mayor crisis ambiental que se vivió en la historia de Galicia» y reiteró que el grupo parlamentario popular continuará insistiendo en la creación de una comisión de invetigación, rechazada el pasado martes por PSOE y BNG, que impusieron su exigua mayoría absoluta en la reunión de la Junta de Portavoces. Los socios del bipartito siguen en su empeño de sacar adelante una comisión de estudio en la que, según la oposición, las consecuencias de la campaña de este año -cuatro personas fallecidas y cerca de 100.000 hectáreas arrasadas por el fuego- quedarín diluidas por la intención de PSOE y BNG de extender el análisis a la gestión de los incendios forestales en los últimos 16 años.
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