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La M-50 se cerrará con 2 túneles y sin chimeneas para tratar el aire bajo el Monte de El Pardo

Las tres alternativas presentadas en el estudio de viabilidad sólo difieren en las carreteras de unión, mientras mantienen el subterráneo pegado a las tapias del monte

El medio ambiente y el peaje dominan, de momento, el cierre subterráneo que la Comunidad de Madrid pretende construir para cerrar la M-50 en la zona norte, bajo el Monte de El Pardo, y cuyo estudio de viabilidad se ha publicado sólo hace unos días en el Boletín Oficial de la Región (Bocam).

Aunque el proyecto no está, lógicamente, definido, las intenciones de la consejera de Infraestructuras y Transportes del Gobierno autonómico, María Dolores de Cospedal, son tajantes respecto al primer aspecto.

Descartado un sólo túnel

«No habrá -dijo- chimeneas en el monte de El Pardo. Seremos lo más respetuosos posibles con el medio ambiente y el proyecto se abordará con un método constructivo de limpieza y seguridad». Justamente por las chimeneas, ha descartado la construcción del último tipo de subterráneo que visitó en Versalles (Francia). «Cuenta -dijo- con unas características muy similares a las que nos encontraremos nosotros, tanto en extensión (los franceses tienen unos 11 kilómetros, y nosotros, 9,5), como en su discurrir por una zona de altísima protección ecológica. Además, forma parte de un cierre de circunvalación a París».

La consejera indicó que «un aspecto positivo de la infraestructura gala es que cuenta con un sólo túnel, ya que las calzadas de ida y vuelta están superpuestas y cada una de ella cuenta, además, arriba y abajo, con sistemas de seguridad independientes. El túnel único, que afectaba a menos espacio, hacía más barata su construcción».

Salidas de aire

«El problema -afirmó- es que dispone de salidas de aire que, aunque está previamente tratado, se sitúan aproximadamente cada kilómetro y yo no quiero chimeneas de ningún tipo. Por ello, hemos estado estudiando, con resultado negativo, la posibilidad de eliminar esas salidas y aplicar un sistema de tratamiento sólo en la entrada y salida del túnel, sin sacar aire dentro del Monte de El Pardo».

«Como no ha sido posible realizar esa modificación -aseguró María Dolores de Cospedal- nos hemos decantado por la construcción de dos túneles que, aunque económicamente sean más costosos, permiten realizar esa salida de aire en los extremos del subterráneo».

De esta forma se han presentado en el estudio tres alternativas distintas para la construcción del cierre. «En realidad -dijo la consejera- difieren sólo en los tramos de carreteras que deberán hacerse en la zona anterior y posterior al túnel, ya que el trazado subterráneo mantiene en todas ellas las características citadas anteriormente». El proyecto previsto tendrá más o menos forma de U, ya que la intención es acercar las calzadas lo máximo posible a las tapias del monte de El Pardo lo que hace más corto el subterráneo y ofrece la mínima afección ecológica a la zona protegida.

Evitar el colapso

A la hora de hablar del peaje recuerda la consejera de Infraestructuras la posibilidad existente de otras alternativas para los conductores, aunque atisba que «si el paso fuera libre, podría estar colapsado, algo que no se puede permitir».

El coste de este peaje no está, de momento, cifrado ya que depende del proyecto que se elija y de las distintas ofertas que hagan las concesionarias. Pese a ello, María Dolores de Cospedal establece una media de unos dos euros, aunque podría llegarse a tres.

«No es -aseguró- un precio caro, teniendo en cuenta la distancia y las ventajas. Para hacerse una idea, el subterráneo de Versalles costará 6,5 euros al usuario. De todas formas, como siempre, luego habrá distintas ofertas por uso habitual que hacen mucho más llevadero ese coste».

En cuanto a tiempos de actuación, tras la presentación del estudio de viabilidad, la consejera cree que «el proyecto real puede estar terminado a finales de este mismo año o primeros del siguiente, con la intención de poder adjudicar las obras en el primer semestre de 2006 y empezar a trabajar en esta misma legislatura». El tema de competencias para hacerse cargo de esta nueva infraestructura lo tiene muy claro la Comunidad de Madrid, pese a que esta circunvalación pertenece al Ministerio de Fomento.

«Legalmente -aseguró la consejera- podemos hacer la vía porque está dentro del territorio de la Comunidad, pese a que no ha habido ningún acuerdo con el Ministerio porque no nos han contestado. Aún así, seremos respetuosos con el tema competencial y naturalmente cuando tengamos que enganchar con su tramo de circunvalación o con cualquier otra carretera de su competencia pediremos los permisos oportunos».

Competencias

No tiene la misma visión José Quintana, portavoz socialista de Transportes, que considera que existe «deslealtad institucional» de la presidenta regional, Esperanza Aguirre, hacia el Gobierno central, puesto que en el último encuentro mantenido se acordó formar un grupo de trabajo por la movilidad que ofrecerá sus conclusiones antes de fin de año y en el que estaba incluida la M-50.

Además, Quintana considera que el Gobierno regional se va a meter en «una aventura imposible», dados los estudios de inviabilidad realizados anteriormente, al tiempo que considera una aberración medioambiental «el túnel bajo el Monte de El Pardo que seguramente no recibirá el beneplácito de las instituciones europeas, muy sensibles desde el grave accidente que ocurrió en el túnel del Mont Blanc que une Francia e Italia».

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