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Sonrisa de cartón en Ciudadanos

POR ÁNGEL MARÍNBARCELONA. El presidente de Ciudadanos-Partido de la Ciudadanía, Albert Rivera, celebró ayer que Rosa Díez haya decidido dejar el PSOE, pero lamentó que «la salida de esta histórica

POR ÁNGEL MARÍN

BARCELONA. El presidente de Ciudadanos-Partido de la Ciudadanía, Albert Rivera, celebró ayer que Rosa Díez haya decidido dejar el PSOE, pero lamentó que «la salida de esta histórica socialista evidencie que ahora mismo al lado del presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, no caben las voces de los que no están dispuestos a pactar con los nacionalistas». Sin embargo, el líder del partido catalán antinacionalista recibió con recelo y poco entusiasmo la confirmación del nacimiento de la nueva formación y que la dirigente socialista sea el cartel electoral de «Basta Ya».

«Ahora hay que ver dónde se sitúa ideológicamente el nuevo partido», subrayó el joven abogado, que esperará hasta el congreso fundacional de la formación que promueven Fernando Savater y Carlos Martínez Gorriarán para abordar la posibilidad de un acuerdo electoral con el nuevo partido no nacionalista para concurrir juntos a las próximas elecciones generales.

Una posibilidad muy lejana, a juzgar por las tensas relaciones que los dirigentes de los dos colectivos mantienen desde el segundo congreso de Ciudadanos, en el que fueron derrotados los partidarios de una fusión con «Basta Ya». Una candidatura encabezada por el profesor de Ciencias Políticas Luis Bouza-Brey y secundada por los promotores-intelectuales como Albert Boadella, Arcadi Espada, Xavier Pericay y Teresa Giménez Barbat.

El núcleo duro del partido, liderado por Rivera, apuesta por una coalición con «Basta Ya» para que Ciudadanos pudiera mantener su marca política en Cataluña. La decisión de anteponer la catalanidad a la españolidad del partido ha abierto una brecha irrecuperable entre los partidarios de Rivera y los de Bouza-Brey.

«Fracasado como partido»

Tras el tormentoso cónclave, el portavoz habitual de «Basta Ya» afirmó que Ciudadanos había «fracasado como partido» por sus luchas internas y continuo goteo de bajas tras el congreso que dividió en dos al partido catalán. Martínez Gorriarán también negó estar cerca de un acuerdo electoral con Rivera.

Ante esta situación, la nueva ejecutiva de Ciudadanos, que cuenta con el apoyo del catedrático de Derecho Francesc de Carreras y del escritor Félix Ovejero, ya se ha puesto a trabajar para presentarse solos a las generales y, por eso, estudian las provincias españolas dónde la formación antinacionalista catalana podría tener posibilidades de obtener algún escaño en el Congreso de los Diputados.

En las provincias más receptivas al proyecto de Ciudadanos, la dirección de Rivera pretende abrir conversaciones con personalidades, asociaciones, colectivos y partidos «con los que desde el respeto mutuo y la proximidad ideológica se coincida en la conveniencia de impulsar una alternativa electoral» a la que plantean los dos grandes partidos estatales, PP y PSOE, y las formaciones nacionalistas, como CiU y PNV.

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