Los países complacientes
La Suráfrica del presidente Thabo Mbeki, encargado oficialmente por la SADC de mediar en el conflicto de Zimbabue, ha apoyado a Mugabe sin condiciones. Morgan Tsvangirai ha criticado a Mbeki por su
La Suráfrica del presidente Thabo Mbeki, encargado oficialmente por la SADC de mediar en el conflicto de Zimbabue, ha apoyado a Mugabe sin condiciones. Morgan Tsvangirai ha criticado a Mbeki por su política contemporizadora y el primer ministro de Kenia, Raila Odinga, ha pedido que Mbeki sea sustituido por el ex presidente nigeriano Olusegun Obasanjo para llevar a cabo la mediación entre Mugabe y la oposición. Mbeki incluso ha mantenido una postura pasiva, después del éxodo incontrolado de zimbabuenses hacia Suráfrica, que ha desencadenado conflictos xenófobos.
El ex presidente sudafricano Nelson Mandela, sin embargo, ha declarado en Londres que Mugabe ha perdido el liderazgo. Zimbabue depende sustancialmente de Suráfrica para abastecerse de los escasos bienes que puede adquirir. Incluso durante el régimen del «apartheid», Zimbabue mantenía, aunque de tapadillo, estrechas relaciones económicas con Suráfrica.
Asimismo, Namibia nunca ha criticado a Mugabe y el actual presidente Hifikepunye Pohamba no es la excepción. Además, Zimbabue apoyó la lucha anticolonial de Namibia antes de su independencia, en 1990. Namibia también participó, al lado de Zimbabue, en la guerra civil congoleña para apoyar a Laurent D. Kabila.
La República Democrática del Congo y Angola pertenecen a la SADC y los presidentes de los dos países, José Eduardo dos Santos y Joseph Kabila, respectivamente, son amigos y socios de Mugabe.
Joseph Kabila es un defensor a ultranza de Mugabe desde que éste envió una fuerza de 10.000 soldados para apoyar a su padre, Laurent D. Kabila, en la guerra civil de 1998. Mugabe y algunos de sus generales, como Vitalis Zvinavshe, que dirigía el contingente de los soldados trasladados a Congo, hicieron grandes negocios en este país.
El general Zvinavshe se convirtió en uno de los mayores accionistas de la empresa Zvinavshe Transport, encargada de transportar el material militar comprado por Kabila a la industria zimbabuense de Defensa por un valor estimado de 50 millones de dólares. La participación en la guerra congoleña costó a Zimbabue un millón de dólares diarios, pero enriqueció a Mugabe y a sus generales.
El industrial zimbabuense Billy Rautenbach fue nombrado en noviembre de 1998 director de Gecamines, la compañía que explota las minas de cobre, cobalto y zinc del Congo con sede en Katanga. Rautenbach era el director de la compañía zimbabuense Ridgepointe, que ponía el capital y los medios técnicos para incrementar la producción de las minas de cobre. La industria zimbabuense de Defensa ha enviado material militar a Angola, que participó con Namibia en la guerra congoleña, y a los antiguos guerrilleros de Sudán.
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