Los 420 euros de Zapatero no evitan que más de 70.000 canarios carezcan de ayudas

Más allá de la conveniencia de la medida o de lo insuficiente que pueda resultar a muchos ciudadanos y familias, el subsidio de 420 euros que el Gobierno destina a aquellos trabajadores que hayan agotado su prestación por desempleo apenas ha contribuido a maquillar los datos relativos al número de canarios que han de apañárselas para sobrevivir sin sueldo y sin ayuda de ningún tipo. Tanto es así que casi 71.400 isleños ni siquiera perciben la exigua contribución del Ejecutivo de José Luis Rodríguez Zapatero.
La difícil coyuntura que atraviesa la economía de la región dejó tras de sí, al cierre del anterior ejercicio, a casi 250.000 trabajadores sin empleo. En términos exactos, las cifras oficiales calculan en 248.783 el número de personas que han de soportar los rigores de la crisis sin disponer de una ocupación que les sirva de soporte.
Nadie duda al señalar la lacra del desempleo como el mayor obstáculo que habrá de afrontar la recuperación. Sin embargo, existe un dato aún más preocupante que no aparece en las estadísticas; al menos, no en las del Gobierno: la cantidad de parados que han de sobrevivir cada mes sin ningún tipo de prestación.
En cualquier caso, y por más que la Administración estatal no incluya el número en sus boletines de manera explícita, basta considerar que los beneficiarios de prestaciones en el Archipiélago constituyen un grupo de 177.400 personas, una cifra que sí recoge el Boletín de Estadísticas Laborales -cuya última actualización data del pasado día 20- y que incluye a los perceptores de los polémicos 420 euros. En consecuencia, una simple resta basta para comprobar cómo casi 71.400 canarios -exactamente, 71.383- han de arreglárselas para pasar los meses sin salario ni ayuda económica de ningún tipo.
Así, cerca del 30 por ciento de los parados de las Islas se encuentran ante esta compleja situación económica; una situación que confluye, por si fuera poco, con las casi nulas perspectivas de creación de empleo que acechan al Archipiélago y con un apalancamiento financiero que impide que el crédito fluya hacia los sectores residentes, esto es, las familias y las empresas.
Economía sumergida
En medio de este panorama, los expertos consultados por ABC coinciden en señalar a la economía sumergida como la particular salida de emergencia de quienes no disponen ni de salario, ni de prestación por desempleo, ni de los 420 euros del Ejecutivo central. No en vano son cerca de 1,2 millones los desempleados que, en términos estatales, padecen el citado infortunio.
Por si fuera poco, desde el Gabinete Técnico de las Comisiones Obreras en Canarias (CCOO-Canarias), temen que, en los próximos meses, el número de parados desprotegidos aumente conforme aumente, a su vez, el número de desempleados que vayan agotando su periodo de percepción de la prestación contributiva, un problema que los manidos 420 euros difícilmente contribuirán a solucionar, en términos globales, más allá de un mero maquillaje estadístico.
Y eso que, meses atrás, ante la puesta en marcha de la iniciativa de Zapatero, los cálculos del Gobierno hacían referencia a unos 20.000 ciudadanos de las Islas como potenciales beneficiarios del subsidio, una cantidad, como también ocurre con la previsión a nivel estatal, que choca de plano con la realidad.
En este contexto, pues, en el que crece el paro y crecen también los desempleados sin prestación, y como ya publicara este periódico, los intercambios «en la sombra» cobran una dimensión cada vez mayor. En este sentido, la economía sumergida representa entre el 30 y el 31 por ciento del Producto Interior Bruto (PIB) del Archipiélago, un porcentaje que supera con creces los guarismos del conjunto de la economía del país.
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