España y Francia recurrirán a sus Armadas para reforzar el control del tráfico marítimo

El Gobierno va a reforzar los planes de vigilancia del tráfico marítimo junto con las autoridades francesas y recurrirá a todos los medios, incluida la Armada. La fragata Andalucía ya está en aguas de la costa de Finisterre. El Ministerio de Fomento prepara una severa reforma en el trabajo de los departamentos y organismnos con competencia en la materia. A partir de ahora se cruzarán los datos de los Puertos del Estado -movimientos de mercancías- con los de los centros de control marítimo -rutas- y la Marina Mercante para tener un conocimiento mucho más exhaustivo de los movimientos de todos los barcos que pasan cerca de nuestras costas. Esos mismos datos -sobre todo los referentes a los buques con mercancías peligrosas- se intercambiarán con los de las autoridades francesas para extremar el control sobre las rutas que afectan a ambos países. La idea es que esa colaboración sirva de ejemplo para todos los países de la UE.
Cambio de la legislación
Queda por fijar a qué distancia de la costa se obligará a los buques cargados con fuel o alquitrán a pasar. Dependerá del alcance de los radares. Para las labores de inspección y vigilancia, el Estado ya cuenta con los helicópteros de salvamento, que pueden llegar a las 150 millas y con los remolcadores, que llegan a las 200. Los buques de la Armada también participarán a partir de ahora en esas tareas.
La fragata de la Armada española «Andalucía» se desplazó ayer mismo desde Vigo a Finisterre para reforzar los mecanismos de control en la zona. Este buque patrullará la zona en aplicación de las medidas acordadas entre España y Francia el pasado martes para impedir en el futuro desastres ecológicos como los producidos por el petrolero «Prestige».
Además, los gobiernos de España y Francia plantearán de forma conjunta durante el próximo Consejo Europeo, que tendrá lugar en Copenhague, que la UE haga los esfuerzos necesarios para modificar la legislación internacional para que no exista la posibilidad de evitar o diluir la responsabilidad por sucesos como el del «Prestige» o el «Erika» a través de entramados societarios y que tampoco la puedan eludir amparándose en los pabellones de conveniencia, informa Ep. Estas iniciativas forman parte de los acuerdos alcanzados por José María Aznar y Jacques Chirac durante la cumbre bilateral hispano-francesa. Además se vienen a sumar a los propuestos inicialmente por el presidente del Gobierno y a la decisión adoptada por ambos países de expulsar fuera de las 200 millas de zona de exclusión económica a los barcos sospechosos que se nieguen a ser inspeccionados. Las citadas propuestas forman parte de un documento de diez puntos, cuyo contenido se comprometieron a impulsar ante la UE los presidentes de ambos países. En el punto siete dice que impulsarán «los esfuerzos de la UE para modificar la normativa internacional a fin de que no exista la posibilidad de evitar o diluir la responsabilidad por este tipo de sucesos a través de entramados societarios de difícil clarificación». El punto nueve explica que «España y Francia se han puesto de acuerdo sobre la necesidad de reexaminar las normas internacionales del Derecho del Mar y del transporte marítimo que permiten diluir la responsabilidad por este tipo de sucesos y otras actuaciones posibles bajo la legislación de los pabellones de conveniencia». Ambos países propondrán también que se estudie un sistema en el que compañías extractoras de petróleo, navieras, armadores, fletadores o aseguradoras aporten medios para combatir con eficacia posibles desastres ecológicos.
La propuesta de crear un fondo comunitario de indemnizaciones para las víctimas de estos desastres, realizada por José María Aznar y que fue remitida a Romano Prodi y al presidente del Consejo Europeo, se completa en el acuerdo con Francia planteando un plazo de seis meses para implementar la existencia del citado fondo y dejando claro que además debe contar con un importe significativo y suficiente y «prever mecanismos de pago ágiles». En el capítulo de inspecciones, ambos países plantearán la creación de un certificado europeo de conformidad, relativo a la estructura de los buques, que sirva para condicionar una entrada en puertos europeos, así como la creación de una base de datos que permita comprobar las inspecciones realizadas en los puertos de los Estados miembros. Asimismo, el documento incluye las propuestas realizadas por Aznar para mejorar la seguridad marítima. Entre ellas, la necesidad de acelerar la exigencia de introducción del doble casco en los buques y el fortalecimiento de los mecanismos de control del tráfico mediante distancia preventiva para buques con pabellón de terceros países.
Noticias relacionadas
Esta funcionalidad es sólo para suscriptores
Suscribete
Esta funcionalidad es sólo para suscriptores
Suscribete